La cumbre de la tierra naufraga
5 de junio: Día Mundial del Medio Ambiente. Ese día nos recuerdan que hay que arreglar el entorno. Pues para ello hay que fijarse sobre todo en lo que pasa en Bali. Ahí se juega la semifinal medioambiental, se prepara la Cumbre sobre la Tierra de septiembre en Johanesburgo. Y ahí, en Bali, se está destrozando la futura Cumbre de la Tierra. Porque ahí la todopoderosa delegación de Bush tiene como objetivo principal, y con su fuerza inmensa lo está logrando, que la cumbre no arroje ningún resultado real.
El único oponente de consideración suele ser la UE. Pero, ¡horror!, estos días la UE está presidida por España y a Jaume Matas es a quien toca, en Bali, ser el convencido y convincente opositor a las intenciones de EE UU. No veo a Jaume Matas con la clase de Raúl, ni a Aznar dando órdenes de oponerse a la perversión ambiental de Bush, sobre todo cuando su Bush, por si acaso, le llame por teléfono. Pésima suerte para la Tierra y la humanidad.
Porque estos días son decisivos para el futuro de la humanidad y Bush puede ganar también por goleada. Nos urge a todos movilizarnos, como lo están las ONG, como el propio Kofi Annan clamando que la Cumbre de la Tierra se hunde.
Hay que insistir con Aznar que lo que se juega en Bali es el principal problema mundial, que se dé cuenta de que Bush está enloquecido social y medioambientalmente y, secuestrado por las empresas, está sacrificando la Cumbre de la Tierra en el altar de Exxon, Monsanto y compañía. Sería un buen paso que se dieran cuenta los medios y los pusieran en primera página.
Qué pena da ver tantos buenos periodistas en Corea y Japón y casi ninguno en Bali. ¡Ahí sí que hay un campeonato mundial! Ahí se compran árbitros y partidos. Ahí atropella el más fuerte.
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