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Las novelas históricas y de 'sentimientos' destacan entre las finalistas del Ateneo

Dos tendencias claras se perfilan en las obras finalistas del 34º Premio Ateneo de Sevilla de Novela, que se falla esta noche en el Real Alcázar: la narración de sentimientos y la de carácter histórico. Casi todas son, según comentó ayer Álvaro Bermejo, último ganador y miembro del jurado, muy cinematográficas. 'Son obras en su mayoría muy visuales. Son novelas de película', dijo el escritor, que compone el jurado junto al sociólogo Josep Vicent Marqués, Manuel Gahete, de Cajasur; Enrique Barrero, presidente del Ateneo, y Aurelio Verde y Alberto Máximo Pérez, este último como secretario. También se falla hoy el 7º Premio Ateneo Joven, dotado con 12.000 euros por el Ayuntamiento.

En esta edición, dotada con 43.000 euros que aporta Cajasur, se han presentado 224 obras, de las que 96 compiten también a la modalidad del Ateneo Joven, que este año ha aumentado el límite de edad de los autores de 30 a 35 años. Las novelas de amor y de sentimiento (36%) y las históricas (20%) son las más numerosas, seguidas de las de intriga y novela negra (12%) y de aventuras o viajes (10%). Entre los autores jóvenes predomina la novela histórica y de aventuras.

Francisco Prior, director general del grupo Anaya y de la editorial Algaida, señaló la preferencia del jurado por las obras de 'sentimientos'. 'Y la mujer es la que mejor los describe', apostilló.

Son ochos las finalistas del Ateneo de Sevilla. El león dormido, de Seiba, narra la investigación que un periodista hace de unas misteriosas desapariciones en la guerra del Rif. Labor omnia vincit está centrada en la vida de una mujer en España en estos últimos años, mientras que El hombre que hacía llover, de Julio, es un homenaje y una parodia del realismo mágico a través de un hombre capaz de increíbles prodigios con sólo leer las páginas de un libro. En la soledad del silencio es un monólogo entre un hijo y su padre muerto. Más que carne, de Ángel Ruiz Cediel, está ambientada en los últimos momentos de la dictadura argentina, investigados por un periodista español. La historia de una mujer sumida en la melancolía tras la muerte de su marido es el argumento de ¿De dónde esta tristeza? La teoría de la estupidez permanente, de José María Heredia, versa sobre un adolescente en un internado de la España de los setent. Y Locuras que conducen a la felicidad, de Pepita Tarín, relata a través de un diario la vida familiar y amorosa de una mujer.

Del Ateneo Joven se han seleccionado: Mirlo blanco, La vida sin anestesia, El invierno y el sueño y La senda de los locos.

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