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Tribuna:CUMBRE DE LA UE EN SEVILLA
Tribuna
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Una vez más, los dos mundos

La cumbre gubernamental que se celebrará en Sevilla el próximo 21 de junio estará acompañada de otra multitudinaria asamblea. Convocados por el Foro Social de Sevilla docenas de miles de ciudadanos vamos a decirle a los gobiernos que no basta con manipular las estadísticas, como ha hecho el Reino Unido 32 veces desde 1979 a 1997 y hace ahora España, para que mejoren las cifras del paro, sino que es preciso impulsar políticas que generen empleos de calidad y no al estilo de lo que llaman el ejemplo de Estados Unidos. Allí, el salario medio real del 80% de los trabajadores con salarios más bajos descendió en un 18 por ciento entre 1973 y 1995, mientras que el salario de la élite salarial empresarial aumentaba en un 66% después de impuestos.

Reivindicaremos ante nuestros gobernantes que Europa no acepte sin más la lógica económica y militar de imperio que impone Estados Unidos para enriquecerse a costa del resto del mundo, como prueba que en 1980 los 1.300 millones de habitantes más desfavorecidos del planeta fueran 22 veces más pobres que los de Estados Unidos y hoy día 86 veces más. Y denunciaremos su postura claudicante ante los crímenes de Estado, la doble moral ante el terrorismo y la renuncia efectiva a liderar la búsqueda de fórmulas democráticas y pacíficas en el orden internacional.

Vamos a denunciar que los gobiernos y los organismos internacionales que controlan los seis o siete países más poderosos sólo entienden la globalización como la movilidad sin trabas de los capitales y el dinero, a los que conceden más libertad que a los propios seres humanos. Y vamos a exigirles que hagan desparecer los paraísos fiscales, que afloren los flujos financieros criminales, que graven los movimientos especulativos del capital y que gobiernen las finanzas para ponerlas al servicio de la creación de riqueza y del desarrollo económico.

Denunciaremos también que mitifican el desarrollo tecnológico y que ocultan que la inmensa mayoría de la humanidad no se beneficia de las políticas que aplican para impulsarlo, como muestra el que el 80% de los usuarios de internet estén en los doce países de la OCDE donde habita solamente el 14% de la población mundial, o que más de 2.000 millones de personas no tengan todavía acceso a la penicilina, sencillamente, porque la industria farmacéutica se ha impuesto sobre los gobiernos para lograr que la salud humana sea, sobre todo, un inmenso negocio.

Tenemos la obligación moral de señalar que las políticas que aplican nuestros gobiernos son las responsables de que la diferencia entre el 20% más pobre de la población mundial y el 20% más rico sea hoy día de 74 a 1, cuando en 1960 era de 30 a 1. Y de forma muy particular denunciaremos que, al mismo tiempo que dicen preocuparse por la pobreza, los gobiernos hayan reducido de 1990 a 2001 la ayuda al desarrollo en más de un 20%.

Queremos advertirle a los responsables de nuestros gobiernos que su discurso político es poco creíble, anticuado, bastante acartonado y muy poco abierto a la diversidad de pensamiento, y de ahí que seamos cada vez más los que buscamos otras formas alternativas de hacer política. Y, en el peor de los casos, debemos decirle que la frontera entre su retórica liberal y el autoritarismo es ya demasiado sutil y permeable. Hacer política, como hace entre nosotros Aznar, considerando que quien no está con él es un enemigo de los intereses nacionales, es una desgraciada reencarnación del totalitarismo que ya desoló a Europa.

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Por todo ello reivindicaremos más generosidad, más justicia y una política más transparente, más participativa, auténticamente plural y más democrática y ciudadana, que en lugar de restringir la libertad la multiplique y que integre en lugar de excluir y segregar constantemente a quienes menos tienen. Pediremos, en fin, otro mundo. Pero vamos a pedirlo con ahínco, ahora en Sevilla, porque sabemos que es posible conquistarlo

Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga.

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