De la jovencísima Carmen Laforet al consagrado Camilo José Cela

El Premio de Novela Ateneo de Sevilla, el más antiguo de Andalucía y el tercero de España en edad tras el Nadal y el Planeta, cumplirá su 34ª edición el próximo viernes. El galardón es un fiel exponente de su época y, por ello, los premiados constituyen una buena radiografía de la narrativa española. En esta edición predominan las novelas históricas.

Ocurrió en 1944. Barcelona soplaba los últimos rescoldos de su antiguo esplendor como si quisiera guarecerse de la pobreza y el frío de la posguerra. Una jovencísima Carmen Laforet -nacida en 1921- se hizo con el Premio Nadal, que estrenaba en medio de un paisaje maltratado por la contienda civil una serie de galardones de novela que a partir de entonces se multiplicaron como las setas tras la lluvia. La escritora mostró con su novela Nada que un autor podía darse a conocer a través de un premio y romper con la calidad de su obra la tupida malla de intereses creados tejida por los santones literarios del momento. En efecto, hubo algún escritor de renombre que se sintió estafado cuando una jovencita le arrebató aquel primer galardón. Y eso demostraba la grandeza de un premio creado, precisamente, en servicio de la literatura.

El Premio Nadal continuó por sus fueros y abrió camino a autores noveles que no tardaron en demostrar su valía: José María Gironella (1946), Miguel Delibes (1947), Rafael Sánchez Ferlosio (1955), Carmen Martín Gaite (1957), Ana María Matute (1959)... Todos ellos cristalizaron su talento en una trayectoria literaria notable. Una década más tarde, en 1952, entró en liza la editorial Planeta con un galardón con una vocación decididamente comercial. El Planeta lo obtuvieron en sus primeros compases algunos escritores que hoy están olvidados y acabó por servir para inflar la cuenta corriente de escritores consagrados, como es el caso de Mario Vargas Llosa (1993) o Camilo José Cela (1994).

La pauta marcada por el Planeta ha hecho que muchos descrean de los premios como el camino para descubrir nuevos talentos. Tres galardones de novela marcan hoy la pauta en la comunidad autónoma: el Ateneo, el Fernando Lara y el Andalucía. Las obras galardonadas en ellos son publicadas por Algaida, Planeta y Alfaguara, respectivamente. El Ateneo de Sevilla -nacido en 1969- es el más antiguo de los premios andaluces. Se han hecho con este galardón autores de la talla de José Manuel Caballero Bonald o Juan Marsé. La notable calidad de los últimos premiados -el rey de la novela negra española Andreu Martín y el barroco e imaginativo Álvaro Bermejo- demuestra que el Ateneo va por buen camino.

El Premio Andalucía de Novela ha cumplido ya 16 ediciones. En los últimos años han resultado premiadas novelas de jóvenes autores prometedores como Benjamín Prado, Antonio Orejudo o Juan Antonio Bueno Álvarez. El Fernando Lara, cuya concesión se inició en 1996, se ha decantado por escritores consagrados o con una trayectoria de varias décadas como Luis Racionero, Francisco Umbral o Terenci Moix.