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Reportaje:

El monóxido de carbono, un gas letal

Cada año mueren en España cerca de 100 personas intoxicadas por CO, la mayoría por estufas en mal estado

Aunque en España no hay datos oficiales sobre las intoxicaciones y muertes por monóxido de carbono (CO), los expertos aventuran que se producen casi un centenar de éstas al año. La gravedad de este trastorno se refleja cuando aparecen intoxicados graves por estufas y cocinas de carbón o de gas, calentadores, e incendios; o cuando se encuentran adolescentes fallecidos en un coche parado y con el motor encendido en un recinto cerrado. La prevención se basa en la revisión de estos aparatos y una buena ventilación del lugar donde se genera el CO.

'El monóxido de carbono es un subproducto de la combustión incompleta. Siempre se produce algo de CO cuando se quema algún material basado en el carbono, como gas natural, petróleo para calefacción, leña, gasolina, carbón vegetal y algunas pinturas especiales. También se produce de forma natural en una cantidad ínfima en el organismo humano y los fumadores lo inhalan a través del humo de los cigarrillos', explica Antonio Viqueira, jefe de servicio de Medicina Hiperbárica del Hospital de Caridad de Cartagena.

Los efectos perjudiciales del CO en el cuerpo humano se producen por dos razones: porque este gas, que no tiene olor ni color, reduce la capacidad de la sangre para transportar el oxígeno, y por sus efectos tóxicos sobre el sistema nervioso central, según Jordi Desola, del centro de Recuperación de Investigaciones Submarinas (CRIS-UTH) de Barcelona, que dispone de la mayor casuística en el tratamiento de intoxicados por CO en España, unos 2.000 casos desde 1980.

Las concentraciones bajas de CO generan dolor de cabeza, letargo, debilidad, náuseas o dolores musculares y, a veces, sin que el paciente se dé cuenta, se cronifican. 'Uno de los grandes problemas de este trastorno radica en que, a menudo, no se diagnostica, o bien porque los síntomas pueden confundir al médico, o por desconocimiento del propio facultativo', explica Desola.Con frecuencia el accidente se produce en el interior de un coche. 'La secuencia es siempre la misma: parejas jóvenes que tienen el coche en marcha dentro de espacios cerrados, como los garajes, y allí encuentran la muerte sin darse cuenta debido a los gases procedentes del tubo de escape', insiste Viqueiras.

En los grandes incendios, alrededor del 50% de las víctimas mueren intoxicadas por CO. A parte del CO, en los incendios también se generan otros humos tóxicos como el cianhídrico que se origina cuando se queman papeles, pinturas o cortinas.

Algunos expertos inciden en la importancia de diferenciar entre el síndrome asfíctico producido por el gas butano y la intoxicación por CO. En el primer caso no se produce intoxicación, sino asfixia por falta de oxígeno, ya que el butano desplaza al oxígeno y este gas es irrespirable. En el segundo caso, el paciente fallece envenenado debido a la acción letal del CO.

Las cocinas, estufas y calentadores de gas en mal estado son las causas más comunes de intoxicaciones por CO que, por no pasar las revisiones adecuadas o por una mala ventilación, está intoxicando a los habitantes de la casa. 'Todo calentador de gas butano o gas natural que tiene hollín o está muy ahumado expulsa un exceso de monóxido de carbono', afirma Antonio Viqueira.

Ante la inhalación de gases tóxicos por accidentes domésticos, 'el especialista no debe olvidar que hay que recopilar la máxima información posible acerca del accidente, realizar un amplia historia clínica y una buena exploración y, si las sospechas son confirmadas, aplicar oxígeno a concentraciones muy altas', dice José Carlos Fernández Rial, coordinador de Urgencias del hospital La Paz de Madrid.

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