Paisaje tras las batallas claustrales de un año
Un cierto 'cansancio electoral' se detecta en los campus valencianos
Con las elecciones celebradas la pasada semana en las universidades Politécnica de Valencia y Jaume I, queda prácticamente determinada la composición de los nuevos claustros, tal y como prescribe la Ley Orgánica de Universidades (LOU). Desde el punto de vista de la gestión, esta convocatoria electoral obligada por imperativo legal, ha ralentizado la marcha normal de las instituciones académicas, y el hecho de estar realizada en pleno periodo de exámenes no ha facilitado, precisamente, la participación. Un cierto 'cansancio electoral' se detecta en los campus. En un sentido político, la expectación por los resultados radicaba en la posible sintonía con los equipos rectorales, dado que estos órganos tendrán capacidad de decidir si tanto ellos como los actuales rectores, elegidos al amparo de la anterior Ley de Reforma Universitaria, agotan sus mandatos o, por el contrario, convocan nuevas elecciones a rector. La percepción general, bien que provisional, es que los nuevos claustros permiten visualizar cierta estabilidad en los actuales equipos de gobierno, pero nadie se atreve a asegurar lo que pueda pasar entre el inicio y el final de las discusiones estatutarias.
Los nuevos claustros, que se constituirán antes de concluir el curso, disponen de un un plazo de nueve meses para debatir la redacción de los nuevos estatutos de las respectivas universidades. Por otra parte, el siguiente paso en la aplicación de la LOU será la transformación de las Juntas de Gobierno en Consejos de Gobierno, donde por primera vez, figurarán elementos externos por representación del Consejo Social. La representación claustral en los Consejos de Gobierno, por otra parte, tendrá la misma configuración en cuanto a porcentajes de los diferentes colectivos (profesores, estudiantes, PAS), que la establecida para los propios claustro.
Politécnica. Las elecciones para elegir al claustro 'constituyente' en la Universidad Politécnica de Valencia han sido, con diferencia, las más complejas. La complejidad reside,por una parte, en el procedimiento de representación acordado: que otorga el 55% de los 300 claustrales a los funcionarios doctores; se reserva más de 30 puestos nominales de no elección para el equipo rectoral y de directores y decanos (lo que ha sido impugnado por los sindicatos); y reduce significativamente la representación del Personal de Administración y Servicios (PAS) a un modesto 6%. Y, por otro, el mecanismo de votación y de recuento que, pese a haberse iniciado el pasado jueves 30 de mayo, continúa abierto hoy lunes, 3 de junio, 'en las circunscripciones donde no se ha completa el número de claustrales', según fuentes del rectorado y la propia web de la universidad.
Para más exactitud, este largo proceso de renovación claustral -que en círculos internos de la propia Politécnica se califica ya como de 'cocina electoral' sin precedentes en el resto de universidades valencianas- comenzó el 16 de mayo, cuando los más de 32.000 estudiantes adelantaron la votación para evitar que coincidiera con los exámenes. La elección pasó sin apenas repercusión pública y tuvo un absentismo del 90% del censo. Los resultados provisionales anticipan que el nuevo claustro estará integrado en buena medida por catedráticos considerados pata negra entre el cuerpo electoral de funcionarios doctores, que incluye a dos ex candidatos que se enfrentaron al rector Justo Nieto, como Pedro Miguel Sosa y Enrique Cabrera; a prominentes figuras de aquellas candidaturas, como Francisco Morant; y a catedráticos históricos de peso como Francisco Payri; además de figuras con responsabilidad en las áreas abiertas por la Politécnica en Latinoamérica, como Pedro Pérez.
Valencia. Las elecciones en la Universidad de Valencia han permitido detectar un cierto 'cansancio electoral', ya que era la tercera convocatoria en menos de seis meses, y especialmente en el caso del PAS, que ha votado en un 60%, la participación más baja de la reciente historia democrática, dado que su participación nunca había bajado del 70 %. También en el PAS, un colectivo muy feminizado, por primera vez los claustrales son en su mayoría hombres.
La cuestión latente era si estas elecciones serían una reedición del pulso mantenido por el equipo del actual rector, Francisco Tomás, y el candidato derrotado, Josep Lluís Barona. No resulta significativo que Barona haya sido el claustral menos votado de su Facultad, pues era sabido que en Medicina no contaba con demasidados apoyos. No obstante, distintas fuentes sugieren que no 'se detecta una oposición clara' en la configuración del claustro y, por otra parte, en círculos próximos al rectorado se manifiesta un cierto alivio a la vista de los resultados y, por primera vez se insinúa la palabra 'estabilidad'. La constitución del claustro, a principios de julio, permitirá un diagnóstico más ajustado a la realidad.
Alicante. El rector Salvador Ordóñez ha salido reforzado de las elecciones claustrales en la Universidad de Alicante, aun obteniendo un respaldo menor que en las elecciones a rector (77%). Al menos, ha conseguido neutralizar los tímidos intentos de oposición surgidos durante la campaña electoral. La oposición al rector queda restringida, por el momento, a un grupo de profesores y catedráticos de la Facultad de Filosofía y Letras y otro en la Facultad de Ciencias, así como en Económicas. En el resto de centros y facultades había listas únicas y de consenso. El claustro se constituirá después de Les Fogueres, entre el 25 y 28 de junio.
Estas últimas elecciones no han provocado grandes cambios. El sindicato UGT ganó por la mínima a CCOO, y consiguió dos claustrales más. Entre los alumnos Campus Jove pasa a ser la fuerza más representativa, y Universitarios Progresistas, que ostenta la presidencia del Consell d'Alumnes, ha perdido algunos representantes en el Claustro. Pese a las tensiones surgidas durante la campaña y la ruptura que han generado en algunas facultades, han concedido al rector Salvador Ordóñez una cierta tregua en el campus que le permitirá afrontar la reforma de los estatutos con cierta tranquilidad. En el campus las opiniones difieren entre los que aplauden la política de diálogo y normalidad institucional que ha impregnado Ordóñez y aquellos que se muestran críticos y lamentan que, pese al cambio de actitud, los beneficios económicos y prácticos para la universidad hayan sido mínimos.
Jaume I. La coincidencia de las elecciones claustrales con las rectorales, en las que la aspirante Purificación Escribano ha obtenido un resultado superior al que muchos vaticinaban (38%), ha desembocado en la conformación de un claustro más dispar que el anterior. Mientras que en las anterioes elecciones a Claustro, de los 83 profesores claustrales 78 pertenecían a la candidatura del rector, Francisco Toledo, en esta ocasión la lista se ha 'cortado' por el número 72. Además, Escribano se presenta en el nuevo claustro como la más votada por el alumnado, cuya representación también ha variado considerablemente. Campus Jove, que en las pasadas elecciones no presentó candidatura, ha logrado ahora la mayoría absoluta. Entre el PAS, la representación se queda igual. En la última junta de gobierno, el rector destacó que entre el PDI funcionario doctor más votado están los miembros de su equipo de gobierno, aunque uno de ellos incluso supera al propio Toledo. Un hecho a reseñar es que tanto estudiantes como profesores y el personal de administración y servicios acudió a votar en mayor número para la elección de los miembros del claustro que para rector.
Información elaborada por Juanma Játiva, Ezequiel Moltó, María Fabra y Neus Caballer
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