Las pesetas románticas
Aunque el dinero es algo prosaico y vulgar, los billetes estrella de la próxima semana están dedicados a Bécquer y Mendizábal Aunque el dinero es algo prosaico y vulgar, los billetes estrella de la próxima semana están dedicados a Bécquer y Mendizábal
Los facsímiles de los cinco billetes históricos que entregará EL PAÍS gratis de lunes a viernes con cada ejemplar tienen un común denominador: el romanticismo. Bien por la época en que se pusieron en circulación, bien por sus ilustraciones, estos billetes tienen un halo romántico que el papel moneda, por definición, no tiene en la vida real.
Las 100 pesetas del jueves ofrecen la imagen del poeta romántico por excelencia, Gustavo Adolfo Bécquer, que nació en Sevilla en 1836 y murió en Madrid en 1870. Sus libros Rimas (versos) y Leyendas (prosa) fueron la lectura obligada de muchas generaciones de españoles del siglo XIX y del XX. Este billete de 20 duros está ilustrado, al lado de la efigie del poeta, con una escena de una de sus leyendas. Se tiraron 440.000 millones de unidades, circuló entre los años 1970 y 1982, del régimen de Franco a la transición, en que dio paso a las primeras monedas de 20 duros. Su precio entre los coleccionistas es de cuatro euros, un precio raquítico porque se encuentra con facilidad.
El año en que nació el poeta, Juan Álvarez Mendizábal era el presidente del Consejo de Ministros y estaba en plena desamortización de los bienes eclesiásticos, una operación política y económica poco romántica, pero necesaria para que las paupérrimas arcas del Estado tuviera ingresos extraordinarios. El romanticismo literario hacía furor en los escenarios. Mendizábal, que era el nombre de guerra, es el personaje que aparece en las 500 pesetas de 1884. El billete lo fabricó una empresa estadounidense, que luego utilizó los mismos adornos artísticos en el papel moneda de varias repúblicas hispanoamericanas. creyendo que en Madrid no se iban a dar cuenta. No se les volvió a encargar más trabajos. Se hicieron 300.000 billetes que ahora valen unas 700.000 pesetas. Se usaron de 1893 a 1911.
Rafael Esteve fue uno de los grabadores de Goya, que le retrató en un cuadro con un aspecto que ya prefiguraba los años despendolados y poco realistas que se avecinaban. Basándose en ese cuadro, otro grabador, Domingo Martínez le inmortalizó en un billete de 50 pesetas que con 704.000 ejemplares circuló entre 1874 y 1878. Fue la primera vez que la peseta hacía su aparición en papel moneda desde su creación en 1868. Ahora vale 300.000 pesetas y tiene la particularidad de que se suprimió la expresión 'en efectivo' en el texto que dice: El Banco de España pagará al portador...'.
Las 500 pesetas del lunes de don Juan de Austria y la batalla de Lepanto tienen la particularidad de incorporar una gran marca de agua en la parte izquierda para evitar los fraudes. La tirada fue de 3.380.000 y vale 100.000 pesetas.
Los 400 escudos del martes no llevan firma porque con una estampilla se ponía la del gobernador y a mano en cada billete las del interventor y el cajero.
Lunes. 500 pesetas del 9 de enero de 1940. Fabricado en Italia por Cartografia e Cartelavori. En el anverso trae la figura de don Juan de Austria, hermanastro de Felipe II y almirante de la flota cristiana que derrotó al Imperio turco en Lepanto, batalla que aparece en el reverso.
Martes. 400 escudos del 1 de marzo de 1870. Está fabricado en los talleres del Banco de España. El grabador fue Domingo Martínez tomando como modelo dibujos de J. L. Ribera, que consistieron en una serie de figuras con amorcillos.
Miércoles. 50 pesetas del 1 de julio de 1874. El grabador es Domingo Martínez que, curiosamente, tuvo que diseñar la imagen de un colega, Rafael Esteve, y se basó en un retrato que le había hecho Goya, de quien había sido colaborador. El reverso tiene un color encarnado desvaído con una orla.
Jueves. Cien pesetas del 19 de noviembre de 1965. Puede considerarse que es un billete contemporáneo, puesto que circuló hasta hace 20 años. Impreso en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, va ilustrado con la efigie del poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer y la catedral de Sevilla por el otro lado.
Viernes. 500 pesetas del 1 de enero de 1884. El Banco de España encargó este billete a la compañía estadounidense American Bank Note de Nueva York. Junto al retrato del político decimonónico Juan Álvarez, Mendizábal, aparece una alegoría de la Justicia y el escudo español de la época en el reverso.
Jueves. Cien pesetas del 19 de noviembre de 1965. Puede considerarse que es un billete contemporáneo, puesto que circuló hasta hace 20 años. Impreso en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, va ilustrado con la efigie del poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer y la catedral de Sevilla por el otro lado.
Martes. 400 escudos del 1 de marzo de 1870. Está fabricado en los talleres del Banco de España. El grabador fue Domingo Martínez tomando como modelo dibujos de J. L. Ribera, que consistieron en una serie de figuras con amorcillos.
Lunes. 500 pesetas del 9 de enero de 1940. Fabricado en Italia por Cartografia e Cartelavori. En el anverso trae la figura de don Juan de Austria, hermanastro de Felipe II y almirante de la flota cristiana que derrotó al Imperio turco en Lepanto, batalla que aparece en el reverso.
Miércoles. 50 pesetas del 1 de julio de 1874. El grabador es Domingo Martínez que, curiosamente, tuvo que diseñar la imagen de un colega, Rafael Esteve, y se basó en un retrato que le había hecho Goya, de quien había sido colaborador. El reverso tiene un color encarnado desvaído con una orla.
Los facsímiles de los cinco billetes históricos que entregará EL PAÍS gratis de lunes a viernes con cada ejemplar tienen un común denominador: el romanticismo. Bien por la época en que se pusieron en circulación, bien por sus ilustraciones, estos billetes tienen un halo romántico que el papel moneda, por definición, no tiene en la vida real.
Las 100 pesetas del jueves ofrecen la imagen del poeta romántico por excelencia, Gustavo Adolfo Bécquer, que nació en Sevilla en 1836 y murió en Madrid en 1870. Sus libros Rimas (versos) y Leyendas (prosa) fueron la lectura obligada de muchas generaciones de españoles del siglo XIX y del XX. Este billete de 20 duros está ilustrado, al lado de la efigie del poeta, con una escena de una de sus leyendas. Se tiraron 440.000 millones de unidades, circuló entre los años 1970 y 1982, del régimen de Franco a la transición, en que dio paso a las primeras monedas de 20 duros. Su precio entre los coleccionistas es de cuatro euros, un precio raquítico porque se encuentra con facilidad.
El año en que nació el poeta, Juan Álvarez Mendizábal era el presidente del Consejo de Ministros y estaba en plena desamortización de los bienes eclesiásticos, una operación política y económica poco romántica, pero necesaria para que las paupérrimas arcas del Estado tuviera ingresos extraordinarios. El romanticismo literario hacía furor en los escenarios. Mendizábal, que era el nombre de guerra, es el personaje que aparece en las 500 pesetas de 1884. El billete lo fabricó una empresa estadounidense, que luego utilizó los mismos adornos artísticos en el papel moneda de varias repúblicas hispanoamericanas. creyendo que en Madrid no se iban a dar cuenta. No se les volvió a encargar más trabajos. Se hicieron 300.000 billetes que ahora valen unas 700.000 pesetas. Se usaron de 1893 a 1911.
Rafael Esteve fue uno de los grabadores de Goya, que le retrató en un cuadro con un aspecto que ya prefiguraba los años despendolados y poco realistas que se avecinaban. Basándose en ese cuadro, otro grabador, Domingo Martínez le inmortalizó en un billete de 50 pesetas que con 704.000 ejemplares circuló entre 1874 y 1878. Fue la primera vez que la peseta hacía su aparición en papel moneda desde su creación en 1868. Ahora vale 300.000 pesetas y tiene la particularidad de que se suprimió la expresión 'en efectivo' en el texto que dice: El Banco de España pagará al portador...'.
Las 500 pesetas del lunes de don Juan de Austria y la batalla de Lepanto tienen la particularidad de incorporar una gran marca de agua en la parte izquierda para evitar los fraudes. La tirada fue de 3.380.000 y vale 100.000 pesetas.
Los 400 escudos del martes no llevan firma porque con una estampilla se ponía la del gobernador y a mano en cada billete las del interventor y el cajero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.