Accidentes domésticos
Dijeron por la radio que en España se producen 115 accidentes domésticos por minuto. Sabíamos que el hogar era una selva, pero creíamos que había más control. Cada habitación produce mutilaciones específicas: así, en la cocina es más fácil perder los dedos que en el cuarto de baño, donde se nos cae el pelo y nos abrimos la cabeza contra el grifo. Desde que entramos en casa hasta que regresamos a la oficina, permanecemos expuestos a multitud de peligros de los que no somos conscientes, y eso que la estadística no hablaba de las amenazas psicológicas ni de las caídas morales, imposibles de evaluar. El panorama nos pareció estremecedor, por lo que pedimos a los oyentes que relataran su experiencia. Llegaron cientos de historias, pero la mayoría parecían inventadas, como si nadie hubiera vivido la terrible sensación de vacío que se produce en las familias cuando se estropea el televisor, por poner un ejemplo al alcance de cualquier economía narrativa. A veces sólo somos capaces de acercarnos a lo próximo dando un rodeo. De ahí la ciencia-ficción, y la novela histórica, y la M-30.
Nos gustó mucho Sueño infantil, de Cástor Santana, por la ausencia de énfasis con la que se narra un escape de gas desde la perspectiva de una niña. No dejen de leer Mamá, de Carlos Rodríguez Blanco, cuya eficacia reposa sobre la siniestra sorpresa final. El de Francesc Pedragosa, La caída, utiliza acertadamente la escalera como metáfora de la vida. Completamos la entrega con Flores, de Manuel Olivares, que les hará sentir un cosquilleo en la espalda, y un par de piezas breves que se leen solas.
PD. Correo ordinario. Cadena SER (a la atención de Juan José Millás). Gran Vía, 32. 28013 Madrid. Internet. www.cadenaser.com. Una vez dentro de la página web hay que pinchar La ventana y, en La ventana, La ventana de Millás.
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