La huelga de los autobuses de Barcelona comienza sin servicios mínimos
La primera jornada de huelga indefinida de los conductores de autobús de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) estuvo marcada ayer por el incumplimiento de los servicios mínimos decretados por la Generalitat, el 50% del servicio en horas punta y el 25% el resto del día.
TMB anunció que abrirá 900 expedientes sancionadores a los trabajadores que ayer no respetaron los servicios mínimos. La apertura de expedientes puede suponer, en último extremo, el despido de los empleados. Además, TMB solicitó a la Generalitat que dicte un laudo de carácter obligatorio, alegando que se trata de una 'situación excepcional'.
La Generalitat anunció ayer que por el momento no se plantea la posiblidad de designar un árbitro por respeto al derecho de huelga y también porque un juez podría declarar ilegal un laudo tan rápido, 'porque la huelga', sostiene el Gobierno autónomo, 'es un derecho reconocido en la Constitución'.
El Ayuntamiento de Barcelona mostró su 'preocupación' por el cariz que ha tomado la huelga e hizo un 'llamamiento a que se respeten los servicios mínimos', cuyas víctimas son los 350.000 barceloneses que cada día se desplazan en autobús.
La huelga indefinida de los autobuses de Barcelona llega tras el fracaso de cuatro reuniones entre el comité de empresa y TMB con la Generalitat como mediadora para intentar llegar a un acuerdo sobre el convenio. Las negociaciones se encuentran encalladas en el aumento del salario base. Los trabajadores piden un mínimo de un 20% de aumento, mientras TMB ofrece el 3,25%.
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