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Vodafone presenta las mayores pérdidas de la historia de cualquier empresa británica

Las amortizaciones llevan los 'números rojos' de la compañía de móviles a 21.300 millones

Vodafone ha tocado fondo. La mayor compañía de móviles del mundo enterró ayer la burbuja de los años noventa con unas provisiones y amortizaciones de 20.000 millones de libras, que elevaron a 13.539 millones de libras (21.300 millones de euros) las pérdidas de 2001, las más espectaculares jamás registradas por una compañía en Gran Bretaña. Pero el mercado reaccionó con euforia porque el mal dato escondía uno bueno: los resultados operativos crecieron un 35% para superar los 7.000 millones de libras. Las acciones, que valen cuatro veces menos que hace dos años, subieron.

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La dirección de Vodafone, que afronta las críticas por las bonificaciones que van a cobrar en un año de resultados tan pésimos, puso todo el acento en los buenos resultados operativos y las buenas perspectivas que a su juicio hay ahora en el mercado de las telecomunicaciones.

Los ejecutivos se presentaron joviales y casi todos ellos en unas muy poco espontáneas mangas de camisa en el amplio y más bien fresquito salón del mítico hotel Savoy elegido para el evento. Pese a que las pérdidas contables de Vodafone (equivalentes a 3,56 billones de pesetas) casi doblan las de Marconi, hasta ahora las más altas del país, el jefe ejecutivo de la compañía, sir Christopher Gent, tirantes al aire, se felicitó por los resultados de un ejercicio marcado 'por el éxito de las actividades operativas'.

Los resultados de la actividad ordinaria alcanzaron los 7.044 millones de libras (11.072 millones de euros), un 35% más que el anterior año fiscal. Y las ventas aumentaron un 52% hasta sumar 22.845 millones de libras (35.900 millones de euros). ¿Por qué, entonces, el ejercicio contable se ha saldado con unas pérdidas récord? Porque la dirección ha decidido provisionar o amortizar por anticipado parte de los valores comprados a precio de oro a finales de los noventa. Al destinar casi 20.000 millones de libras (31.400 millones de euros) a sanear las cuentas, Vodafone quiere enterrar la burbuja de las telecos, que en su estallido llevó el valor de las acciones desde el máximo histórico de 399 peniques de marzo de 2000 a los 92,5 peniques de principios de este mes.

La dirección de Vodafone ha querido así hacer tabla rasa y hacer calar la idea de que la crisis del sector ha tocado fondo. Uno de los mensajes lanzados entre líneas ha sido el de no provisionar ninguna cantidad por Mannesman, el gigante alemán por el que Vodafone pagó 175.000 millones de euros. El mercado lo ha interpretado como una prueba de confianza en la telefonía móvil, que espera dar un tirón con la llegada al mercado de los teléfonos de tercera generación.

Pero los ejecutivos se negaron a aceptar ninguna responsabilidad por la caída bursátil. Gent defendió su derecho a cobrar el segundo plazo de su bonificación de 10 millones de libras (casi 16 millones de euros), esta vez en acciones, con el argumento de que él, como accionista que es, también pierde dinero cuando baja la Bolsa.

'Ha sido un año extraordinario para Vodafone, en el mundo y en España', declaró eufórico a un grupo de periodistas españoles Vittorio Calao, responsable de la compañía para el sur de Europa. El SCH tiene un 1,6% de Vodafone, como consecuencia del intercambio de su paquete en la antigua Airtel. 'No puedo ni quiero hacer ningún comentario sobre el precio de las acciones. Somos ejecutivos y nosotros lo que tenemos que hacer es ofrecer resultados en cash-flow', se escabulló. Entre las provisiones acordadas se incluyen 4.000 millones de libras (¡un billón de pesetas!) por la compra de Arcor y 900 (1.400 millones de euros) por China Mobile (Hong Kong), entre otras.

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