'La visión de Leioa como el campus de los parches no es equivocada'

Juan Ramón Murua (Ormaiztegi, 1952) tomó en junio del pasado año el mando del Vicerrectorado del campus de Vizcaya de la UPV, uno de los más complejos e influyentes de toda la universidad pública vasca. A punto de cumplir un año en el cargo, Murua valora los cambios producidos, reconoce la necesidad de numerosas mejoras e insiste en la necesidad de reformar las infraestructuras, sobre todo en el vetusto campus de Leioa.

Pregunta. ¿Cómo situaría al campus de Vizcaya frente a los de Álava y Guipúzcoa?

Respuesta. Tenemos un campus, el de Leioa, que se construyó hace 30 años y desde entonces no ha habido grandes mejoras. Por poner un ejemplo que en Leioa todos conocemos: el transporte y la densidad de vehículos. Hay transporte colectivo, no el que quisiéramos en cuanto a calidad, ni mucho menos, y ésa es una de las reivindicaciones que siempre es objeto de pelea, en el buen sentido de la palabra, con la Diputación, tratando de que tengamos un buen servicio de transporte colectivo. Está también el proyecto del tranvía ligero, pero ése es un proyecto de mucho más calado y no podemos pensar en que lo podamos tener a corto plazo.

'¿La sombra del anterior vicerrector? Yo no siento esa sombra'

'En el campus de Vizcaya hay bastantes cosas que tenemos que mejorar'

P. Está cerca de cumplirse el año desde que usted accediese al cargo tras los drásticos cambios realizados por el rector. ¿La sombra del anterior e influyente vicerrector, Juan Antonio Rivas, sigue existiendo?

R. En principio, la adaptación ha sido buena y rápida, entre otras cosas, porque no te queda otro remedio. ¿La sombra del anterior vicerrector? Yo no siento esa sombra. Evidentemente, se trataba de un vicerrector que había estado aquí muchos años, y eso marca. Marca en el estilo de hacer las cosas, unas cosas bien y otras, no voy a decir que mal, pero sí de una forma de la que yo no participo y que, como es lógico, tratas de reconducir. Aquí había una serie de obras importantes dentro del plan plurianual que por alguna razón no se habían puesto en marcha, como era el edificio de servicios del campus de Leioa, el polideportivo, la obra de la Escuela de Ingenieros, que no tenía ni licencia cuando yo entré aquí y todo eso se ha puesto en marcha. Ése era uno de los grandes retos que yo tenía al entrar aquí.

P. ¿Han cambiado muchas cosas del panorama que encontró cuando accedió al cargo?

R. Personas distintas tienen visiones distintas. Sí que hay cambios que son perceptibles. Por ejemplo, tenemos convocatorias nuevas de apoyo a centros, departamentos e institutos para organización de congresos, jornadas... Antes se hacía de otra forma. Tratamos de introducir elementos de mayor objetividad para que así todo sea más transparente. Siempre se va mejorando.

P. Los grupos de presión, o 'sensibilidades' en palabras del rector, están muy presentes en el campus de Vizcaya. ¿Ha tenido, tiene, que luchar mucho con ellos?

R. Los grupos de presión sí están presentes, pero no diría que tienen que ver con el funcionamiento de los campus. Cada uno de ellos intenta dentro de una competencia sana defender sus proyectos.

P. Es conocido que el anterior vicerrector contaba con el apoyo del sindicato mayoritario en la UPV, Comisiones Obreras ¿Usted necesita apoyos similares?

R. La relación con Comisiones no ha sido mala, aunque las actitudes que puedan tener personas concretas de un sindicato u otro es otro asunto. Yo no he echado en falta en ningún momento el tener detrás a un sindicato como Comisiones. Otra cosa es que algún otro vicerrector anterior haya tenido, por conexiones personales o lo que sea, detrás gente... aunque yo no diría nunca que tuviera un sindicato, puesto que en ese sindicato hay personas que tienen opiniones de un tipo o de otro. Ni es necesario ni ha sido verdad antes.

P. ¿Qué es lo hay que mejorar de manera especial?

R. En el campus de Vizcaya hay bastantes cosas que mejorar, empezando por el campus de Leioa. Aquí hay que llevar a término las obras que tenemos en marcha. Además, hemos lanzado ya el concurso de ideas para su mejora. Saldrá para finales de mes. Pretendemos tener ideas y proyectos que permitan hacer más habitable este campus. Ese concurso se resolverá para finales de julio.

P. ¿La imagen que ofrece el campus de Leioa es la que le gustaría?

R. En absoluto, en absoluto. Hay que tener en cuenta que este campus se hizo como se hizo en su momento y ahora requiere grandes inversiones. Hay verdadera necesidad, muy sentida, en el campus de Leioa de mejorar su aspecto.

P. ¿De qué dinero disponen para ello? ¿Han hecho estimaciones sobre su posible coste?

R. Eso aparecerá en el plan plurianual de 2003-2007. Como es lógico, trataremos de obtener los mayores fondos posibles, aunque no hemos hecho estimaciones del dinero que podamos necesitar. Pero son cifras muy importantes.

P. ¿No se está quedando la imagen de Leioa como el campus de los parches?

R. Creo que sí, creo que esa visión no es equivocada. Pero se está llenando de parches porque en estos años no se han hecho reformas de calado y se van haciendo pequeñas cosas que en muchos casos no llegan a parches tan siquiera. Hay que planificar. Esto no es un proyecto de hacerlo en un año, es un proyecto importante que hay planificarlo en el tiempo, dentro del plan plurianual e ir haciendo pero teniendo siempre un proyecto.

P. En una de sus principales reformas, la de la Facultad de Ciencias, se han encontrado deficiencias en laboratorios que pueden afectar a la salud del personal que trabaja en ellos. ¿Qué medidas se han tomado?

R. Se ha estado estudiando cuál podía ser la solución técnica a este problema, porque son varios laboratorios con situaciones distintas, y el problema no es de la misma intensidad en unos y otros. Tenemos una solución que está en proceso de validación por una ingeniería externa. Al mismo tiempo, también queremos un diagnóstico de la génesis del problema. Y eso lo vamos a tener en breve, en dos semanas. Con él, podremos arbitrar las soluciones que tengamos. Mientras, los laboratorios que están en esa situación no trabajan o están a medio gas.