El coste de la ampliación europea

En este libro los autores evalúan los efectos económicos de la ampliación de la Unión Europea (UE) sobre la economía española. Este es un tema de gran importancia sobre el que no ha existido un debate suficiente en nuestro país, dado que los trabajos realizados han adoptado enfoques relativamente parciales. Sin duda, la publicación de este libro aporta herramientas útiles para este debate. Este libro reparte su atención entre los canales de incidencia y los efectos económicos que las políticas puedan tener sobre la economía española.

Los canales por los que afecta la ampliación a España son cuatro: el comercial, la inversión extranjera directa (IED), la inmigración y los fondos europeos. Por lo que respecta al canal comercial, la ampliación eliminará las barreras a la libre circulación de mercancías, lo que supondrá una reducción de los costes comerciales, aunque este efecto es limitado, dado que las exportaciones de estos países a la UE ya están liberalizadas en buena parte, con la excepción de los productos agrícolas. Además, en particular para la economía española, los índices de similitud de los exportables sugieren que los países candidatos compiten en productos diferentes a los españoles o en distintos segmentos de mercado. En segundo lugar, el aumento de IED hacia estos países podría incidir negativamente sobre la productividad de la economía española. Éste es el factor de mayor impacto ya que podría suponer, según los autores, un menor crecimiento a largo plazo de la economía española, con un coste sobre el nivel del PIB del 1,7% en un horizonte de diez años. Aunque es cierto que actualmente España y los países candidatos dedican un porcentaje similar del PIB a I+D (0,9%) y a tecnologías de la información (2,1%), también lo es que España es una economía madura, exportadora de capitales, y que, como consecuencia, sus necesidades de inversión son diferentes.

En cuanto al canal de inmigración, tiene una escasa relevancia para la economía española, dada la relativa lejanía y los menores lazos culturales, según los autores. Por último, por lo que respecta a los fondos europeos, la mayoría de las regiones españolas perderían la elegibilidad para percibir los Fondos Estructurales y desaparecería, además, el Fondo de Cohesión. Adicionalmente, es necesario afrontar la reforma de la PAC, aunque ello es independiente de la ampliación. Los autores estiman que la reforma de los fondos estructurales y de la PAC tendrá una incidencia negativa sobre el crecimiento de la economía española del 1% en dicho horizonte de 10 años. Su ejercicio puede ser optimista, dado que consideran que habrá una sustitución entre Fondos Estructurales y PAC.

El efecto conjunto de estos cuatro canales supondría, a partir de 2004, un menor crecimiento del PIB y del empleo, debido inicialmente al ajuste comercial y al desvío parcial de la inversión extranjera. A ello se sumaría, en 2007, la reducción de las ayudas estructurales comunitarias, por lo que el crecimiento se reduciría un 2% respecto al que se produciría sin la ampliación y a partir de ahí empezará a recuperarse, aunque aún estaría un 1% por debajo en 2013.

Miguel Sebastián es director del Servicio de Estudios del BBVA.