Camacho prueba con tres centrales
La presencia de Hierro como defensa libre protegido por dos centrales, ayer Puyol y Nadal, fue lo más relevante del tedioso partido de preparación de España, el primero de los dos antes de su estreno frente a Eslovenia el 2 de junio. Frente a unos aficionados de la Segunda local, los Hyundai Mipo (3-1), José Antonio Camacho probó con dos sistemas antagónicos.
De entrada: un 4-4-2, con Casillas defendido por Curro Torres, Helguera, Nadal y Juanfran, cuatro centrocampistas en línea -Joaquín, Sergio, Xavi y De Pedro-, Luis Enrique de enganche y Luque en la delantera.
Un tostón. Con un fútbol parsimonioso e irrelevante, los jugadores provocaron reiterados enfados del técnico, que se desgañitó para que cambiaran la dirección del balón y no se enredaran en el juego corto. Ante la debilidad del rival, sirvió un zarpazo de Luque para provocar un penalti que lanzó él mismo y un pelotazo de orilla a orilla que culminó Luis Enrique. 'Enhorabuena, ven cómo no es tan difícil', espetó Camacho en referencia a la apertura de Sergio.
Tras el descanso: un 3-4-3 con Puyol, Hierro y Nadal de centrales; Curro Torres, Helguera, Xavi y Juanfran, por delante; Valerón de enlace, y Raúl y Morientes, en la delantera.
El experimentó resultó más convincente y, con Valerón, hubo aire más fresco. Él mismo logró el tercer tanto en un mano a mano con el portero. Un error de Curro Torres, que llegó tarde y mal a cubrir la espalda de Puyol, propició después el gol en contra.
En definitiva, España dejó una huella inquietante por los laterales: Curro Torres y Juanfran ofrecieron poco recorrido. Una grieta demasiado profunda cuando se quiere envidar con un perfil táctico que reserva ambos carriles para dos jugadores en exclusiva.
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