Polémico desalojo en el Congreso de un debate sobre el comercio en Castellón

El portavoz del grupo popular en la comisión de Infraestructuras del Congreso, Fernando López Amor, obligó ayer a desalojar la sala donde se celebran las sesiones cuando se debatía una propuesta de apoyo al pequeño comercio de Castellón.

López Amor obligó al presidente de la mesa, Luis Marquínez, también del PP, a que aplicara la normativa reglamentaria sobre la celebración de las comisiones y se olvidara de la práctica tradicional para que en la sala sólo permanecieran los diputados de los diferentes grupos políticos. Dentro se encontraban representantes del grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Castellon, encabezados por su portavoz, Ignacio Subías, y representantes de la asociación de comerciantes de la ciudad Edificio Singular, así como periodistas locales.

Éstos, a través del portavoz del PSOE en la comisión, José Segura, solicitaron al presidente de la mesa el permiso para asistir a la comisión en la que se iba a debatir una propuesta del diputado socialista por Castellón Mario Edo. Todos ellos tenían el permiso del presidente de la mesa, aunque éste fue revocado cuando el PP exigió a todos los invitados, prensa incluida, que abandonaran la sala. Esto provocó el enfrentamiento entre el presidente de la mesa y portavoz popular.

Adjudicación

La propuesta de Mario Edo estaba dirigida a Renfe y a través de ella solicitaba que el ente público tuviera en cuenta los intereses del pequeño y mediano comercio de la capital de La Plana 'cuando se decida el destino' de unos solares 'para que puedan acceder a la compra' de los mismos. El diputado acusó durante la comisión a los populares de defender intereses privados o de grupos determinados en lugar de situarse a favor de los pequeños comerciantes.

El socialista formuló esta iniciativa por la polémica suscitada a raíz de la adjudicación a una empresa del grupo Batalla de la urbanización de los terrenos antes ocupados por las vías del ferrocarril que ahora discurre de forma subterránea. En esta zona se ubicará, según se ha anunciado, El Corte Inglés, motivo por el que los pequeños comercios de Castellón quieren instalarse en la misma zona, ya que auguran un desplazamiento del centro comercial porque con la llegada del gran almacén perderán, según sus cálculos, un 30% del volumen de negocio anual.

Así, el PSOE solicitaba a Renfe que, después de que el Ayuntamiento de Castellón utilizara una argucia legal para eliminar a los pequeños empresarios del concurso para urbanizar la zona, el ente público tuviera en cuenta los intereses del colectivo.

El PSOE contó con el apoyo del Bloque Nacionalista Galego, pero el PP la rechazó al considerar que, a través de la enajenación pública de los solares, los comerciantes tienen la suficiente oportunidad de optar por dichos terrenos.