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Terra Mítica adjudicó una atracción a una sociedad creada 3 meses antes

Making Building tenía 3.005 euros de capital y está plagada de deudas

La sociedad Making Building, a la que Terra Mítica deberá pagar 714.000 euros, según el laudo de un arbitraje de derecho, se constituyó con un capital de 3.005 euros tres meses antes de que el parque le adjudicara una de sus grandes atracciones, El gran viaje de Ulises. El precio de esta atracción, que ha sido objeto del arbitraje, ronda los cinco millones de euros. La Seguridad Social reclama a esta firma 660.000 euros.

Entre las incidencias judiciales que presenta esta sociedad con la Seguridad Social figura un crédito incobrable de 204.508 euros (34 millones de pesetas), varias demandas cuyos montantes ascienden a 231.577 euros (38,5 millones de pesetas) y otros nueve procedimientos por valor total de 226.558 euros (37,6 millones de pesetas). Además, el Juzgado de lo Social número 1 de Benidorm instruye un proceso en el que se demandan a la empresa 4.922 euros.

Making Building se constituyó el 30 de julio de 1998, según datos registrales. Tres meses después, el 4 de noviembre, el parque Terra Mítica le encargó mediante contrato el proyecto y la realización de la atracción El gran viaje de Ulises dentro del complejo de ocio. El precio final de esta atracción se aproximó a los cinco millones de euros (832 millones de pesetas).

Empresarios relacionados con la fundación de Making Building contaban, al parecer, con algunos antecedentes deudores. Éste fue uno de los motivos para la creación de la nueva sociedad, según fuentes próximas al caso. Este periódico ha intentado sin éxito contactar con responsables de la empresa para obtener su versión de los hechos.

Las relaciones entre la mercantil catalana y el parque temático de Benidorm se deterioraron muy pronto. La obra civil, la infraestructura, que Terra Mítica debía de poner a disposición de Making Building, para que la firma pudiera empezar con sus trabajos en el parque, se atrasó varios meses. Este contratiempo influyó después en el encarecimiento de la atracción.

Las divergencias entre unos y otros se acentuaron cuando Terra Mítica resolvió de forma unilateral el contrato que les unía, según entendió el equipo de arbitraje que ha tratado el asunto. Esta ruptura provocó que la firma no pudiera concluir su cometido. La mercantil fundó en este imprevisto parte de sus reclamaciones económicas al centro de ocio, que ascendían en principio a cerca de cuatro millones de euros. La empresa catalana se quejó de que el trabajo inconcluso le iba a suponer una quiebra de imagen frente a proveedores y futuros clientes. Making Building calculó, además, importes por tareas que se supone que debía de realizar después de la entrega provisional de sus trabajos.

La sociedad adjudicataria también exigió a Terra Mítica el abono de diversas facturas de trabajos realizados pero que no estaban contemplados en el proyecto básico. En documentos fechados en los meses de marzo, junio y julio de 2000, las dos partes acordaron estas modificaciones. El equipo de árbitros que investigó este extremo determinó que Terra Mítica debía de pagar estas cantidades, ya que obedecían a labores 'realmente ejecutadas'.

El montante total que Making Building reclamó a Terra Mítica ascendió a 3,87 millones de euros (644,1 millones de pesetas). El parque rechazó las alegaciones de la mercantil y estimó que no le debía cantidad alguna.

Los árbitros que han redactado el laudo han resuelto que Terra Mítica debe de abonar a Making Building 714.225 euros (118,8 millones de pesetas) por facturas impagadas y por daños y perjuicios. El parque, sin embargo, ha recurrido contra este laudo. Terra Mítica declinó ayer realizar comentario alguno sobre el litigio.

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