El polémico auxilio del 'futbito'
Camacho recurre al seleccionador de fútbol sala como ayudante en el Mundial - 'Mis funciones serán las que me digan; si tengo que poner conos en un circuito lo haré', dice Lozano
José Antonio Camacho ha recurrido a un triunfador, un campeón de Europa y del mundo, como ayuda de última hora para el Mundial. Lo insólito es que se trata de un ganador, sí, pero de otro deporte, el fútbol sala : Javier Lozano, el seleccionador español. Y supuestamente, ya que Camacho no ha sido aún explícito al respecto, Lozano aparece para realizar tareas que podría haber hecho cualquier técnico de fútbol de la Federación. La sorprendente incorporación tampoco tiene demasiado claro cuál será su trabajo: 'Mis funciones en este viaje van a ser simplemente las que me digan que haga. Si me mandan a poner conos en un circuito de ejercicios físicos lo haré. Si me piden consejo, sólo si me lo piden, también voy a colaborar. Si puedo prestar un servicio importante y pasar desapercibido, mejor. Lo importante es no restar, pero sobre todo me dedicaré a labores de scoutting '.
'Es un técnico de la casa [el fútbol sala depende de la Federación Española de Fútbol], va a ayudar y he creído conveniente que venga'. O Camacho no sabe exactamente cuál será el cometido de Lozano o, sencillamente, no lo quiere decir. El caso es que desde su incorporación al equipo de trabajo de la selección, durante la concentración de Montecastillo, Lozano se ha dedicado a colaborar con los otros ayudantes de Camacho, el preparador físico, Carlos Lorenzana y el segundo, José Carcelén. Ayer, por ejemplo, acompañó a los valencianistas Baraja y Albelda mientras hicieron sus ejercicios de recuperación de sendas contracturas musculares.
El caso es que la medida de Camacho ha abierto un foco de polémica alrededor de la selección. Principalmente, por el mensaje de desconfianza que se lanza a los restantes técnicos de la federación. Iñaki Sáez, Juan Santisteban (ayudó a Camacho en la Eurocopa de Bélgica) y Armando Ufarte, por ejemplo, que serán los encargados de atender las necesidades de la selección sub 19 que mañana juegan en Murcia ante Macedonia el partido de vuelta de la eliminatoria de clasificación para el Europeo (la fase final se jugará del 21 al 28 de julio en Noruega). Ninguno de los tres tienen previsto acudir a Corea, con el programa de junio ocupado para seguir las finales de las competiciones territoriales de las categorías inferiores y la Copa del Rey de juveniles.
No parecen claras, en todo caso, más allá de que ambos deportes se jueguen con el pie, las simulitudes tácticas y técnicas que tienen el fútbol sala con el fútbol. El único precedente que se recuerda, aunque el viaje fue el inverso, resultó un fracasó: un técnico de fútbol, Teodoro Nieto, también ayudante ahora de Camacho, cogió la selección de fútbol sala en el primer Mundial (Holanda, 1989) y no pasó de la primera fase.
Como jugador, Javier Lozano, de 41 años, empezó en el fútbol: fue defensa d el Toledo. Luego se pasó al fútbol sala y, ahí sí, ha terminado por ser una eminencia. No sólo se proclamó campeón del mundo en Guatemala 2000 y de Europa en Moscú 2001, sino que la FIFA le tiene viajando por todo el mundo dando cursos -eso le puede abrir muchas puertas en el Mundial de Corea-. Los especialistas dicen que como entrenador se caracteriza por su carácter ganador, su facilidad para liderar grupos, su inquebrantable sentido de la disciplina y su facilidad para hacerse entender. Cuentan que Camacho quedó maravillado al leer alguno de sus informes y de sus estudios táctico-técnicos sobre el fútbol sala. Está por ver la utilidad que todas estas virtudes tendrán en la selección de fútbol.
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