Valencia restringe la instalación de bares en el barrio de El Carme

La comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia acordó ayer prohibir la instalación de bares -tanto los musicales como los que no- que no se encuentren a menos de 65 metros de distancia del establecimiento de la competencia más próximo. La medida se aplicará inicialmente al barrio de El Carme de Valencia, ubicado en el centro histórico y donde las quejas de los vecinos hartos del ruido y la suciedad generados por los localeas de ocio han motivado una campaña de protestas desde hace más de un año.

El concejal de Urbanismo, el popular Miguel Domínguez, aseguró que la voluntad del equipo de gobierno es extender esta medida restrictiva a todo el centro histórico de la ciudad. El edil indicó, no obstante, que la medida se podrá aplicar a otras zonas de la ciudad que presenten una situación de saturación sonora.

Miguel Domínguez advirtió que la medida no afectará en ningún caso a los restaurantes, ya que lo que se pretende es evitar la saturación de locales con presencia de ciudadanos en las calles. La medida adoptada para el barrio de El Carme excluye las calles de Guillem de Castro y de Blanquerías, que sólo tienen una línea de fachada y que cuentan con una vía muy ancha, donde el problema es el ruido de los automóviles más que el de los locales de ocio.

La decisión adoptada en la comisión municipal fue recibida con alborozo por parte de la asociación Amics del Carme, ya que la consideran un reconocimiento del exceso de ruido y de la saturación de locales de ocio. Los portavoces de la asociación explicaron que iniciarán una campaña de información a los visitantes nocturnos de los locales de ocio para que tengan en cuenta que allí viven vecinos. Una iniciativa para la que piensan recabar el apoyo de los propietarios de los bares.

Las Arenas

Por otra parte, el grupo socialista, a través de su responsable Rafael Rubio, presentó ayer las alegaciones al plan de reforma interior del paseo marítimo en el tramo que corresponde al balneario de Las Arenas. Los socialistas se oponen a que se modifiquen las alturas y el planeamiento de este tramo del paseo marítimo para corresponder a las exigencias de los promotores que pretende ubicar un hotel en el conocido balneario. El concejal popular Miguel Domínguez defendió su actuación de reforma urbanística y negó que el balneario hubiese sido de titularidad municipal. Según el PP, la propiedad municipal era el suelo sobre el que se levantaba el balneario y que lo que hizo el Ayuntamiento fue vender ese suelo en subasta con condiciones preferentes para los propietarios de la concesión del balneario. Un argumento con el que el PP quiere hacer frente a las críticas del PSPV de que durante los mandatos de Rita Barberá al frente de la alcaldía se ha perdido una buena parte del patrimonio municipal.