Los otros pleitos del alcalde de Ponferrada
A Ismael Álvarez se le acumulan las querellas por su gestión municipal mientras espera la sentencia por el 'caso Nevenka'
'Lo más curioso de todo', comentaba el pasado jueves un alto cargo del PP en la Junta de Castilla y León, 'es que Ismael Álvarez se haya sentado en el banquillo por un posible delito de acoso sexual y no por alguna de las graves irregularidades que se le atribuyen al frente del Ayuntamiento de Ponferrada'. Eso es así, pero ya no tanto. De hecho, esta misma semana llegará al Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León -el mismo que le acaba de juzgar por el presunto acoso a Nevenka Fernández- la ratificación de una querella contra el polémico alcalde del PP por un delito de prevaricación y otro contra el medio ambiente.
La denuncia, presentada por el grupo municipal del PSOE en Ponferrada, sostiene que tanto el regidor como alguno de sus concejales maniobraron, con la ayuda necesaria del aparejador municipal y del asesor jurídico, para que una empresa determinada -Ferpi Transportes y Obras, S.L.- se hiciera cargo de la retirada de una montaña de carbón y otros residuos estériles por un importe de 3.000 millones de pesetas. Se hace constar en la querella que los cuatro millones de metros cúbicos de residuos están siendo trasladados a otras parcelas sin contar con los preceptivos permisos legales, y de ahí estribaría el posible delito medioambiental.
Los problemas judiciales del edil amenazan con empeorar sus relaciones con la dirección de PP
Pero el asunto va más allá. También se acusa a Ismael Álvarez de utilizar una empresa llamada Pongesur, creada con fondos municipales y bajo la presidencia del propio alcalde, para saltarse a la torera la legislación vigente y efectuar sin control una gran operación urbanística de más de 700.000 metros cuadrados de terreno. Según Charo Velasco, la portavoz del PSOE en Ponferrada, el alcalde utiliza su mayoría absoluta -16 concejales del PP frente a ocho socialistas- de una forma abusiva. 'No sabemos lo que hace en Pongesur', asegura, 'nunca convoca juntas de portavoces y desde el año pasado no se celebra un pleno ordinario'.
Así las cosas, parece que la época dorada de Ismael Álvarez al frente de su municipio empieza a tocar a su fin. Personas de su círculo inmediato aseguran que las dos semanas de juicio le han llegado a afectar considerablemente. Desde el nunca cómodo banquillo de los acusados ha presenciado día a día cómo sus subordinados tenían que viajar a Burgos y declarar a su favor para intentar sacarlo del apuro.
Sus problemas judiciales amenazan con deteriorar aún más su relación con la dirección del PP, donde dicen estar muy molestos con un protagonismo tan negativo. De ser el candidato que logró arrancar una mayoría absoluta en una zona, El Bierzo, donde jamás la derecha había ganado está pasando a ser un lastre demasiado pesado. Y de aquí surge una pregunta que no son capaces de contestar aún en la sede nacional del PP: ¿qué pasará si Ismael Álvarez es considerado culpable del delito de acoso sexual denunciado por Nevenka Fernández? Nadie cree que agache la cabeza y retorne tranquilamente a sus negocios de bares y discotecas. Es más: su alegato ante el tribunal que le juzgó sonó, el pasado viernes, a un aviso para navegantes. 'Me ha votado', dijo, 'un 83% de la gente'. Ni por su forma de gobernar ni por la de utilizar la primera persona del singular a la hora de referirse a los sufragios recibidos parece que Álvarez esté dispuesto a irse así, sin más.
'Nadie en el partido', asegura Concha Rodríguez Bajón, jefa de prensa del Gobierno de Castilla y León, 'nos ha dado una orden para que respaldemos a Ismael; si algunos lo hemos hecho ha sido porque él nos ha llamado como testigos [en el juicio por acoso sexual]'. No obstante, el desfile de cargos públicos y empleados del PP ha sido constante por la sede en Burgos del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Otra cosa es que lo hicieran de mejor o peor gana. Algunos de ellos, como los concejales Carlos López Riesco o Juan Elicio Fierro, tendrán que volver a Burgos para acompañar a Ismael Álvarez, pero ya en el banquillo de los acusados, si progresa, como parece probable, la querella del PSOE.
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