Dos mujeres de teatro
Son dos mujeres que viven el teatro en planos complementarios: Helena Pimenta, en la dirección de escena, y Mariví Bilbao-Goyoaga, en la interpretación. Descubrir un punto de encuentro fue sencillo para comenzar la charla ante los micrófonos de la cadena SER, la primera vez que coincidían frente a frente. Pimenta está preparando un montaje de Luces de bohemia, que estrenará en Salamanca el 2 de octubre, la misma obra de Valle-Inclán que Bilbao-Goyoaga interpretó en los años 60 con el grupo Akelarre.
Pimenta se presentó como una mujer de 'dos lugares': Salamanca, la ciudad en que nació, y Rentería. 'Yo vine a Rentería a dar clase y me enamoré del teatro', dijo. Y hablando de Salamanca, la conversación derivó hacia la literatura de fray Luis de León y Miguel de Unamuno y el valor de los clásicos. 'Con determinados textos la historia no pasa', sentenció Pimenta. Bilbao-Goyoaga coincidió con ella: 'Son las historias que vivimos todos: el odio, la guerra, el amor. Son eternas, por eso nos siguen gustando los clásicos'.
Bilbao-Goyoaga: 'Me voy a morir sin ver una productora de teatro en Bilbao'
Pimenta: 'Los actores que se han formado por intuición son una lección'
Pimenta quería saber qué coste tuvo para la actriz su elección profesional. 'Mi padre, que nos llevaba al teatro cuando éramos pequeños, pensaba que todo el mundo podía ser actriz, menos su hija', recordó. 'Murió sin ver nada de lo que yo he hecho en cine, en teatro o en televisión'. Era una época en la que 'los hombres de teatro eran maricones y las actrices, putas'. La directora teatral ha vivido años mejores, pero también sufrió la incomprensión de su familia cuando dejó el trabajo en la enseñanza para volcarse en los escenarios.
Las giras y los horarios del teatro también han complicado sus vidas al alejarles de casa. 'Lo sigo viviendo con culpabilidad', admitió Pimenta. La actriz, con más experiencia en lidiar con los problemas derivados de la profesión, le dio un consejo. 'Quítate la culpabilidad, porque no la tienes. Me voy a trabajar, no a robar, por las noches'.
Pimenta tenía curiosidad por conocer la relación con el cine de Bilbao-Goyoaga. 'El cine me parece fascinante. A mi edad, el teatro me cansa. Se gana menos dinero, cuesta muchísimo y si sale bien, las giras te matan'.
Ambas lamentaron la falta de una estructural teatral en Euskadi, que les permita trabajar sin moverse de casa,desarrollar su profesión sin tener que marcharse fuera. 'Yo me voy a morir sin ver una productora en Bilbao. Ningún Gobierno se ha preocupado ni por el arte ni por la ciencia', señaló Bilbao-Goyoaga.
Los proyectos en marcha pronto restaron importancia a las penas del teatro en la charla entre la actriz y la directora. La dama boba, la obra que lleva ahora de gira Pimenta, subió otra vez el entusiasmo de la conversación y volvió la loa a los autores clásicos. 'Para los actores son una maravilla'. Bilbao-Goyoaga recogió la idea y no se cortó en las alabanzas: 'Nunca sobra una palabra, nunca falta, está la coma donde debe estar. Tienen un ritmo interno'.
A Pimenta esa riqueza de los textos clásicos le parece una guía para su trabajo: 'Algunos maestros me han dicho que la garantía de éxito de una obra es un buen texto y un buen reparto. Dirigir es saber hacer esas dos elecciones. Antes de La dama boba, yo nunca había trabajado a Lope'.
No siempre se ha podido elegir entre ser autodidacto o formarse con maestros para enfentarse al reto del teatro clásico. 'Vosotros habéis tenido profesores, pero los de mi época hemos aprendido al ver a los grandes', reconoció Bilbao-Goyoaga. 'Yo creo que ayuda mucho tener profesores'. Pimenta está de acuerdo sólo en parte: 'Facilita las cosas, pero en los actores donde no hay, no hay. Los que se han formado por intuición son una lección'.
Bilbao-Goyoaga desveló su método: 'Yo cojo el personaje y me lo meto dentro de mí'. Pimenta defendió que se trata de prestar experiencia y voz al personaje.
La conversación sobre el mundo del teatro acercó en media hora a una actriz y una directora que no se conocían. Y acabo con una proposición de Bilbao-Goyoaga: 'Tenemos que trabajar juntas'.
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