Con su propio nombre
Poco, o nada, conocido en España, a pesar de haberse estrenado en su momento un tercio de la quincena de películas realizadas en los últimos cuarenta años, Bertrand Blier es un reputado guionista y director francés. También interesado por el teatro y la novela, tiene un estilo propio, que le permite hacer un cine muy personal, que se sale bastante de lo habitual.
Dejando a un lado el final, donde, en mitad de un rodaje, Bertrand Blier, con la ayuda de Claude Brasseur, rinde un homenaje a los actores fallecidos en la figura de sus legendarios progenitores, Los actores, lejos de lo que pueda pensarse, no es un homenaje a los actores franceses de una cierta edad, sino que se vale de ellos para hacer una peculiar comedia dramática.
LOS ACTORES
Director y guionista: Bertrand Blier. Fotografía: François Catonne. Música: Martial Solal. Intérpretes: Pierre Arditi, Josiane Balasko, Jean-Paul Belmondo, Claude Brasseur, Alain Delon, Gérard Depardieu, Michel Piccoli, Jacques Villeret. Género: Comedia dramática. Francia, 2000. Duración: 100 minutos.
A partir de una situación repetitiva con algo de surrealista, en torno a André Dussolier, Jean-Pierre Marielle, Claude Rich y Jacques Villeret, Bertrand Blier enlaza una sucesión de mínimas anécdotas, que no cuentan ninguna historia, sólo constituyen un peculiar juego en el terreno del cine dentro del cine. Algo habitual en sus películas, pero que nunca había aparecido de manera tan descarnada.
Tiene una sólida estructura, que en apariencia le permite carecer de ella, y está muy bien rodada, pero Los actores resulta demasiado pretenciosa y en exceso francesa. Aunque más que otra cosa parece un espectáculo de cabaré donde un amplio grupo de famosísimos actores, a la busca de un perdido rodaje, encarnan a unos inexistentes personajes que adquieren una peculiar fuerza al tener los mismos nombres que los actores que los interpretan.
De manera que gran parte del atractivo del filme es que el amplio reparto actúa con su propio nombre para que el espectador pierda la distancia entre el personaje y su intérprete. Aunque buena parte de este juego no llegará a los espectadores nacionales que no sean habituales consumidores de películas francesas y sepan reconocer a sus grandes actores de siempre, tanto a los que se ve como a los que se hace referencia en el diálogo.
Babelia
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