España se convierte en el primer consumidor de cemento de la UE
Si crece el consumo de cemento, crece la actividad económica. Eso es lo que demuestran las cifras de correspondientes al pasado mes de abril, en el que el consumo de cemento en el mercado nacional ascendió a 3,95 millones de toneladas, un 17,8% más que en abril de 2001, una cifra que convierte a España en el primer consumidor dentro de la Unión Europea.
El sector español lleva batiendo de forma continuada su récord de consumo desde diciembre de 1996. A finales del año pasado, el consumo alcanzó las 42,1 millones de toneladas, una cantidad superior a la correspondiente a países como Italia, en la que el consumo ascendió a 39 millones de toneladas, y Alemania, con 31 millones.
En España, dos tercios del consumo total tiene como destino la edificación, mientras que un tercio de dedica a infraestructuras.
El cemento, que supone uno de los indicadores más fiables de la actividad económica, mantiene un crecimiento vigoroso, que ha sorprendido por su intensidad pero también por su duración en el tiempo tanto a los fabricantes agrupados en la patronal Oficemen como a los expertos.
Aunque el sector de la construcción prevé un crecimiento este año del 4%, las cifras de consumo de cemento siguen siendo mucho más altas.
Si al final de 1996 el consumo de cemento era de 25 millones de toneladas, al final de 2001 esa cifra se situó en 42,1 millones y este año quedará ampliamente superada. En los cuatro primeros meses de 2002 el consumo creció el 8,82% y se estima que este crecimiento se mantendrá al final del presente año.
Rafael Fernández, secretario general de Oficemen, recuerda que la cultura de invertir en ladrillo está muy instalada en la sociedad española. 'Ahora, con unos tipos de interés hipotecarios muy bajos, la Bolsa y los fondos de inversión bajo mínimos en rentabilidad, la mejor solución es comprar casas', recalca.
La llegada del euro y los restos de dinero negro han podido hacer el resto, aunque esto último para Fernández fue un elemento casi marginal.
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