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UNIVERSIDAD DE GRANADA | Ciencia aplicada a la agricultura | AULAS

Invernaderos sin plástico

La agricultura es uno de los campos en los que Andalucía es una de las comunidades pioneras. Un profesor del Departamento de Biología Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, Francisco Revelles, ha desarrollado a lo largo de los últimos 15 años un nuevo sistema de invernaderos que permite prescindir del uso del plástico, además de ahorrar agua y electricidad. 'Para que una planta crezca', explica, 'lo único que necesita es tener su raíz protegida. La parte aérea no necesita protección. En un clima como el nuestro, en el que tampoco hay grandes heladas, lo único que necesitamos es un cubículo con una pequeña cantidad de agua que evite que ésta se evapore y un sustrato que aporte los minerales y las vitaminas que la planta necesita.'

El proyecto de Revelles transforma los habituales invernaderos de plástico en construcciones más sólidas, en naves de obra con ventanales por donde entre la luz. Si bien al principio la construcción de estas naves implica una mayor inversión, a la larga no necesita estar en constante renovación como sucede con los invernaderos de plástico. En el interior de las naves se instalan cubículos aislantes de diferentes tamaños que en su interior tienen sustratos y agua, y surtirán a la planta.

'Con el invernadero sin plásticos', afirma el profesor, 'se puede controlar el ciclo completo de la producción, el gasto de agua, de calor o de energía'. 'Actualmente', dice el profesor, 'se pierde muchísima agua. Tan sólo en el proceso de transportarla por acequias se pierde el 50% del agua. Con este nuevo invernadero, el agua está aislada en su cubículo; no se evapora, no se desperdicia y no se pierde'.

El invernadero de Revelles tiene, además, otro aliciente: el impacto visual que actualmente producen los invernaderos de plástico desaparecería. 'No es lo mismo ver un paisaje lleno de plásticos que un paisaje más acorde con el entorno', añade el investigador. 'El invernadero sin plásticos ofrece mucho más verde, mucho más vegetal, y eso también es un atractivo'. Otra ventaja: en el interior de los invernaderos de plástico se produce mucho calor y mucha humedad que atrae a los insectos y obliga a uso continuado de insecticidad. Ese inconveniente no se produce en el experimento de Revelles.

El investigador comenzó su experiencia hace 15 años. Ahora es cuando la Universidad de Granada ha entendido la importancia del proyecto y ha comenzado a difundirlo debido al impacto que puede tener en la agricultura.

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