Sacrificados un toro, dos vacas y una ternera por falta de documentación

Técnicos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat sacrificaron ayer dos vacas, un toro y una ternera de la finca de Can Poi, situada en la carretera de Argentona a Òrrius (Maresme), en cumplimiento de una sentencia judicial dictada por el Juzgado Contencioso-administrativo de Barcelona. La resolución apunta que el propietario de los animales los tenía en situación ilegal, sin censar, por lo que no se acogían a la reglamentación vigente en los protocolos contra la encefalopatía espongiforme bovina, el llamado mal de las vacas locas.

Aparte de sacrificar a las reses, que no estaban infectadas, los servicios veterinarios de la Generalitat abrieron un expediente sancionador al titular de la explotación, Antonio Muñoz, por incumplimiento de la normativa que obliga a la identificación de éstos a pesar de que, según manifestó, los tenía 'por hobby' pero no para comerciar.

La normativa establece que, en caso que no se pueda acreditar la identificación de cada uno de los animales a través de los procedimientos legales establecidos, se procederá a su sacrificio y posterior destrucción con los gastos a cargo de quien los posea. La actuación estuvo supervisada por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Guardia Civil.