Abrego y Oliveri defienden la necesidad de expansión de sus universidades
Los rectores de Deusto y Mondragon creen viable su presencia en las tres provincias
El alumno universitario vasco es cada año que pasa un bien más escaso. La repercusión en el ámbito de la formación superior del descenso de la natalidad que se produjo en los años 80 en el País Vasco es una realidad con visos de continuidad a medio plazo. Las universidades del País Vasco se enfrentan a una progresiva disminución en el número de potenciales clientes, con el problema que eso supone, sobre todo para los centros privados, cuya dependencia económica de las tasas del alumnado son mayores. En este contexto, resulta cuando menos sorprendente que tanto la Universidad de Deusto como Mondragon Unibertsitatea tengan entre sus estrategias de actuación para los próximos cursos su expansión a las tres provincias de la comunidad autónoma.
La Universidad de Deusto, que ya cuenta con un campus en Vizcaya y otro en Guipúzcoa, firmará esta misma semana con el Ayuntamiento de Vitoria el convenio que rubrica la cesión de un antiguo convento de la capital alavesa para poner en marcha una delegación. Mondragon Unibertsitatea impartirá en Vizcaya el próximo curso, fruto de un acuerdo con Lea Artibai, la titulación de Ingeniería en Polímeros, y dentro de dos años, en colaboración con el instituto de Formación Profesional de Diocesanas de Vitoria, hará lo propio en la capital alavesa con los estudios de Ingeniería Técnica en Procesos de Producción.
Ante este aparente desequilibrio entre descenso de la demanda y aumento de la oferta universitaria, el rector de la Universidad de Deusto, José María Abrego, defiende el valor de esta medida para afrontar en una mejor posición el futuro. 'Si tenemos en cuenta únicamente la formación universitaria tradicional, es clara la paradoja. Pero el trabajo universitario futuro es muy cambiante y un mínimo asentamiento en diversos grupos humanos ofrece nuevas perspectivas para otras actividades necesarias de investigación, de formación continua y de transferencia del conocimiento', explica el rector.
Servicio social
Su homólogo en Mondragon Unibertsitatea, Inaxio Oliveri, considera que el análisis sobre esta expansión debe hacerse sin dirigir tanto la mirada al número de alumnos y al aumento de la competencia entre centros. 'El problema no es tanto el número sino la adecuación a las necesidades. Nosotros no afrontamos nuestra presencia en los tres territorios como un método de conseguir más alumnos, sino porque creemos que es un servicio que hay que ofrecer a la sociedad vasca. Es evidente que el descenso en el número de estudiantes aumenta la competencia entre centros, pero ésa no es la razón de nuestro traslado a Vizcaya y Álava. No queremos pasar de un tamaño, 4.500 alumnos, que nos cree dificultades para desarrollar nuestro proceso formativo', detalla Oliveri.
Aunque la futura presencia de las dos universidades privadas vascas en las tres provincias no será, en cualquier caso, del tamaño y relevancia de sus sedes principales, su ampliación puede hacer surgir la duda sobre la viabilidad de contar en cada uno de los territorios con tres universidades, problema que niegan Oliveri y Abrego. 'Abrir todas las titulaciones en todas las ciudades no es posible y no garantizaría una mínima calidad. Lo único que podemos implantar es lo que sabemos hacer en cada institución. Ahora bien, el quehacer universitario en la nueva sociedad del conocimiento exige muchas actividades nuevas que, en un país con tradiciones territoriales diferenciadas, puede enriquecerse con dicha descentralización. Si lo hacemos bien, la presencia múltiple es beneficiosa', argumenta el rector de la Universidad de Deusto.
'Mientras mantengamos nuestra especificidad y respondamos a las demandas de la sociedad, nuestra presencia en los tres territorios es sostenible. Lo que no tendría sentido es que con la ampliación nuestra identidad se difuminase', apunta de su lado el rector de Mondragon Unibertsitatea.
Tanto Oliveri como Abrego se muestran, por tanto, confiados y optimistas ante las consecuencias de un proceso que permitirá que en dos años Mondragon Unibertsitatea y la Universidad de Deusto acompañen a la Universidad del País Vasco (UPV) en las tres provincias.
