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España estrecha lazos con Argelia tras seis meses de crisis diplomática con Marruecos

El acercamiento político se complementa con numerosos proyectos económicos

'Gracias a su contribución personal, su gran país y el mío mantienen ahora excelentes relaciones políticas'. Con estas palabras efusivas el jefe de Estado argelino, Abdelaziz Buteflika, agradecía el pasado 27 de abril, por carta, a José María Aznar el trato preferente que le había brindado un mes antes durante una Cumbre Euromediterránea realizada en Valencia. Tras seis meses de crisis diplomática con Marruecos, España estrecha lazos con Argelia, con la que firmará, el próximo otoño, un tratado de amistad y cooperación, y con la que tiene en cartera numerosos proyectos económicos.

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'Argelia parece ahora una fotografía en positivo de Marruecos'. Así resume un diplomático español el dulce momento que atraviesa la relación entre Madrid y Argel. En lo que va de año, el Gobierno español ha dado un fuerte impulso a esa relación. Tras años de trato privilegiado a los vínculos con Rabat, el Ejecutivo da ahora la impresión de haber sacado una primera lección de la crisis diplomática con Marruecos: busca una relación más equilibrada con sus dos grandes vecinos magrebíes.

La puesta en escena del acercamiento a Argel fue el desplazamiento de Aznar, no previsto inicialmente, a la Conferencia Euromediterránea de Valencia para firmar con Buteflika el acuerdo de asociación entre Argelia y la Unión Europea. La diplomacia española no ahorró esfuerzos para que la negociación tuviese un feliz desenlace.

La estancia de Buteflika en España se prolongó con un almuerzo que mantuvo con don Juan Carlos en Madrid. A su salida, el presidente anunció nada menos que la instauración de 'una asociación estratégica ejemplar' entre Argelia y España. Para ponerla en marcha, Buteflika regresará a Madrid a principios de otoño y firmará un Tratado de amistad y cooperación, similar al sellado por España y Marruecos en 1991 y que los socialistas marroquíes quieren ahora revisar.

La cumbre de otoño será la cuarta entre Buteflika y Aznar desde 1999. Las diplomacias española y marroquí no logran, en cambio, desde 1999 organizar una reunión entre sus respectivos jefes de Gobierno. España fue además, en marzo, el primer país en firmar con Argelia un acuerdo de intercambio de deuda pública por inversión, por un monto inicial de 40 millones de dólares (44,4 millones de euros). Una convención similar fue suscrita con Marruecos en 1996 -su tercer tramo está ya agotado-, pero el Ejecutivo español no tiene intención de renovarlo.

El programa español de cooperación financiera con Argelia, por importe de 105 millones de dólares, expira en julio y el Gobierno ya ha anunciado que lo prorrogará. El que estaba vigente con Marruecos caducó el verano pasado, sin apenas haber sido utilizado, y tampoco va a ser renovado.

Más allá de estos acuerdos, abundan los proyectos económicos hispano-argelinos. El de mayor envergadura es la construcción de un segundo goseoducto entre Beni Saf y Almería que, a diferencia del anterior, no pasará por Marruecos sino que será submarino. La inversión que requiere, calculada en 6.000 millones de dólares, será 'la obra de infraestructura más costosa jamás realizada en España', según el boletín Magreb Negocios. Está previsto que ese gaseoducto empiece a funcionar en 2006.

Argelia tiene además la intención de exportar a España 1.200 megavatios a través de un cable submarino, según declaró su ministro de Energía, Chakib Khelil. La electricidad sería producida por una nueva central, para cuya construcción han sido precalificadas cinco empresas, entre ellas Endesa. Como la electricidad está destinada al mercado español, es probable que Endesa gane el concurso. Argelia es ya el primer proveedor energético de España no tanto por el petróleo sino por el gas. El 60% del gas que se consume en la península es argelino.

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