_
_
_
_
Crónica:FÚTBOL | Internacional
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Borussia, el Lyón y el Arsenal, campeones

El equipo de Dortmund remontó un gol ante el Bremen y relegó al Leverkusen al subcampeonato en la Liga alemana, el Lens no pudo en su duelo directo en la francesa y el cuadro londinense, camino del 'doblete', se impuso en la Copa inglesa

El Arsenal se alzó ayer con la Copa inglesa al derrotar (2-0) al Chelsea. A su vez, el Borussia de Dortmund, que ganó (2-1) al Werder Bremen remontando un tanto de desventaja, y el Lyón, que batió (3-1) a su rival directo, el Lens, se impusieron respectivamente en la Liga alemana y la francesa.

El título, en Alemania, no correspondió al equipo de mejor fútbol, el Bayer Leverkusen, rival del Madrid el día 15, en Glasgow, en la final de la Liga de Campeones. Pero tampoco volvió a caer de carambola en los pies del Bayern de Múnich, que ya llevaba tres consecutivos y tenía remotas posibilidades. Acabó en poder del Borussia, cuyo juego no es tan refinado como el del Levekusen, pero que rebosa de brío, talento y peligrosidad, sobre todo por parte del brasileño Amoroso, el máximo goleador del torneo, así como del checo Rosicky.

Más información
Europa se muerde las uñas
Cúper, otra vez ante el drama del último partido
El Feyenoord se proclama campeón tras ganar al Borussia Dortmund por 3-2
As.com:: Toda la información sobre la liga alemana
As.com:: Toda la información sobre la liga inglesa
As.com:: Toda la información sobre la liga francesa

Fueron tres partidos trascendentales: el Leverkusen frente al Hertha de Berlín (2-1), el Borussia ante el Werder Bremen y el Bayern contra el Hansa Rostock (3-2). Los tres necesitaban ganar y lo hicieron en partidos televisados a la vez por el canal de pago Premiere, del grupo Kirch, que quizá perderá pronto el derecho de transmisión al no poder pagarlo.

El Leverkusen, que partía con un punto de desventaja tras haber llegado a tener cinco de renta en el último tramo, calmó los nervios con un tempranero gol en un tiro libre de Ballack mientras que el Borussia, por medio de Amoroso, estrelló un remate en el travesaño. De ahí en adelante, y más con el gol del Werder (m. 18), el dios del fútbol parecía sonreír a las aspirinas, que fueron campeonas virtuales más de una hora.

Pero el Borussia demostró que tiene madera de campeón. En sucesivas oleadas atacantes, empató con un preciso disparo del checo Koller (m. 41) y sentenció (m. 75) a través del brasileño Ewerthon. Lo demás fue un dulce trámite para el equipo dirigido por el ex internacional Matthias Sammer, que, a sus 34 años, es el más joven de los entrenadores que han llevado a su equipo a lo más alto del fútbol germano-. Casi 70.000 espectadores estallaron de júbilo en el estadio Westfalen tras sellarse el sexto título de su equipo. Las celebraciones oficiales han sido pospuestas hasta el miércoles, pues el Borussia aún espera derrotar al Feyenoord de Rotterdam en la final de la Copa de la UEFA. Unos cuantos kilómetros al sur, en Leverkusen, todo era desolación.

El Lyón, en Francia, ganó ayer su primera Liga al batir al Lens en el encuentro decisivo. Para Joël Müller, el entrenador del equipo norteño, el fiasco fue doblemente amargo porque en 1998 también perdió el campeonato con el Metz por diferencia de goles, en la última jornada y precisamente ante Lens. Cambiar no le ha servido de nada. Ganar el título honorífico de mejor entrenador del año, tampoco.

Lyón-Lens o un campeonato sin campeones. Francia es la campeona europea y mundial, pero ayer, sobre el césped de Gerland, no estaba ninguno de los titulares de la selección. El portero lyonés, Coupet, es el suplente del suplente. En su ataque, Govou, autor del primer tanto, sólo es internacional sub 21. Otra excepción francesa, ya que sus mejores jugadores, los Zidane, Wiltord, Pires, Viera, Lizerazu, Sagnol, Candela, Henry, Trezeguet..., juegan en el extranjero en busca de mejores sueldos. En el país quedan las viejas glorias, los de segunda fila y, lo más interesante, los jóvenes. El Auxerre, el tercero, perdió ayer ante el Rennes, pero su delantero Cissé, que sí estará en el Mundial, marcó dos tantos extraordinarios y se proclamó máximo goleador.

Parlour, el héroe

Por su parte, el Arsenal, el combinado franco-británico armado por Arsène Wenger que amenaza la hegemonía del Manchester, amarró la mitad del doblete inglés al ganar la Copa ante el Chelsea. Tras una primera parte mediocre, toda la magia del torneo estalló en una segunda vibrante y desgarrada. El Arsenal tendrá el miércoles una primera ocasión para completar la temporada perfecta: le basta empatar en Old Trafford para alzarse también con la Liga.

La Copa es cada vez menos inglesa, pero sigue valiendo la pena. Por segunda vez en 121 ediciones la final se jugó fuera del suelo inglés. Como en 2001, el escenario fue el moderno estadio del Milenio, en Cardiff, tomado por 75.000 londinenses. Sólo había siete ingleses en los equipos iniciales -cinco en el Arsenal, dos en el Chelsea-, junto a seis franceses, tres holandeses, un camerunés, un sueco, un italiano, un nigeriano un danés y un islandés. Incluso el césped era de fuera: un soberbio pasto traído de Ámsterdam.

Quizá fue la hierba. O quizá la fortuna de que el sorteo les deparara el vestuario norte, en el que invariablemente se han cambiado todos los equipos que han ganado las cinco finales de distintas competiciones que se han jugado desde 1999 en este estadio. O quizá su incansable voluntad atacante. Pero el partido fue del Arsenal con la salvedad de un fantástico cuarto de hora, al arrancar la segunda parte, que permitió al Chelsea soñar con la gloria. El partido se rompió en el minuto 69, cuando el canterano Parlour largó un disparo formidable que rasgó la portería del Chelsea.

El aburrido Chelsea de Claudio Ranieri ya no levantó cabeza. El sueco Ljungberg, seguramente el jugador más en forma del Reino Unido, amarró la Copa con otro golazo siete minutos después. No pasó mucho más. Wenger empezó a retirar a sus figuras para reservarlas para el duelo con el Manchester en el que Arsenal puede certificar el título liguero. A dos jornadas para que finalice el campeonato, suma cinco puntos más que el cuadro de sir Alex Fergusson.

Reuter, el capitán del Borussia de Dortmund, alza con sus compañeros el trofeo alemán.
Reuter, el capitán del Borussia de Dortmund, alza con sus compañeros el trofeo alemán.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_