El juez da marcha atrás en el desalojo de una masía de Barcelona
Los 'okupas' han evitado la expulsión tras permanecer tres días colgados en la fachada
El juez dio ayer marcha atrás a la orden de desalojo de Can Masdeu, una masía de Barcelona ocupada desde el pasado mes de diciembre propiedad de la Fundación Hospital de Sant Pau. Durante tres días y dos noches, seis okupas han permanecido amarrados a la fachada del edificio con cuerdas y arneses, sin comer ni beber, para evitar ser desalojados. El complicado sistema ingeniado por los jóvenes para colgarse impidió a la policía llevar a cabo la orden y el juez ha considerado que debía prevalecer 'el derecho a la vida frente al de la propiedad'.
Cuando la policía llegó a primera hora del martes a Can Masdeu, en la montaña de Collserola, dispuesta a desalojar a sus habitantes, nadie podía imaginar que la operación se prolongaría durante casi 60 horas. Los agentes se encontraron con 11 de sus 30 okupas colgados en la azotea y la fachada, de tal forma que hubiera sido necesaria la intervención de varias grúas para descolgarles.
Ante la falta de medios para llevar a cabo el desalojo y negarse los bomberos a intervenir, la policía optó por esperar que el agotamiento hiciera desistir a los jóvenes. Tres de ellos abandonaron la primera noche, y otros dos, durante la madrugada de ayer. El resto aguantó, pese a que no se les facilitó agua, comida ni ropa de abrigo.
Durante la protesta, miembros de asociaciones y del movimiento okupa se acercaron hasta la zona y durante la noche han permanecido acampados frente a la casa. Anteayer, los agentes cargaron dos veces contra los simpatizantes cuando intentaron romper el cerco policial para hacer llegar alimentos a los okupas que resistían. Alegan que Can Masdeu ha permanecido abandonado durante medio siglo.
La situación en el edificio se hacía insostenible por momentos, pero los jóvenes no se rendían. La lluvia que comenzó a caer la madrugada de ayer agravó su estado y provocó una oleada de reacciones de solidaridad. Incluso la fiscalía de Barcelona pidió ayer por la mañana que la propiedad retirara la denuncia. Pero no lo hizo. Finalmente, a última hora de la tarde, el juez retiró la orden de desalojo. 'Es preferible ceder o sacrificar, aunque sólo sea provisional y transitoriamente, la ejecución de la justicia penal que exponer a las personas a un riesgo para su integridad física', afirma en el auto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Realojamiento
- Organismos judiciales
- Desalojos
- Orden público
- Desahucios
- Protestas sociales
- Okupas
- Seguridad ciudadana
- Barcelona
- Cataluña
- Malestar social
- Sentencias
- Acción policial
- Viviendas vacías
- Vivienda
- Sanciones
- Policía
- Ayuntamientos
- Juicios
- Fuerzas seguridad
- Urbanismo
- Proceso judicial
- Administración local
- Justicia
- España