Los Mossos de Lleida acumulan cuatro causas por abusos y malos tratos

Los Mossos d'Esquadra de Lleida acumulan al menos cuatro causas en diferentes juzgados por presuntos abusos de autoridad y malos tratos a detenidos. En la última, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Lleida ha decidido abrir diligencias para esclarecer si un grupo de agentes se extralimitó durante una redada antidroga realizada el 22 de marzo en el bar Bon Profit del Barrio Antiguo, frecuentado por inmigrantes de origen africano.

Los propietarios del local, Araceli R. L. y Mamadou Mamy T. D., un ciudadano maliense con nacionalidad española, presentaron una querella criminal contra los funcionarios que intervinieron en el registro al considerarlos autores de los delitos de daños intencionados, coacciones, abuso de cargo y vejaciones injustas, con el agravante de xenofobia.

Los querellantes señalan que, sobre las 20.00 horas del 22 de marzo, unos 15 mossos, fuertemente armados y encapuchados, entraron en el establecimiento 'abriéndose paso a empellones' y al grito de 'vamos a por estos negros de mierda' y 'traficantes de mierda'. A continuación, los agentes obligaron a todos los clientes a ponerse de cara a la pared, se introdujeron en los lugares de uso privado y derribaron a patadas las puertas que encontraron cerradas.

Señala también la querella que 'después de campar a sus anchas por el local e intimidar a los clientes, procedieron al cacheo de todos ellos, y comoquiera que no encontraron la droga que supuestamente buscaban decidieron humillarlos aún más. Los hicieron pasar uno a uno por el lavabo, los hicieron desnudarse e introdujeron los dedos en el ano a los hombres y en el ano y la vagina a las mujeres, haciendo un alarde de poder más propio de la Alemania nazi que de un Estado democrático como éste'. Lo mismo hicieron con la cocinera y una amiga de ésta que se encontraba en el bar de visita. Al denunciante le rompieron el teléfono móvil y le arrancaron las suelas de los zapatos con el pretexto de buscar droga.

Los denunciantes consideran 'muy casual' que la redada en su bar se realizara sin orden judicial precisamente el mismo día en que estaba convocada una manifestación de protesta contra la supresión del régimen ordinario de la Ley de Extranjería, y pocos días después de haberse presentado otra denuncia contra los Mossos por unos supuestos malos tratos con resultado de muerte de un ciudadano de Gambia que se habrían producido a pocos metros del establecimiento. Durante el registro los agentes intervinieron pequeñas cantidades de droga a algunos clientes.

Un portavoz de los Mossos d'Esquadra de Lleida dijo ayer que la actuación de los agentes que intervinieron en el registro del bar fue 'correcta en todo momento' y negó categóricamente que durante la misma se realizaran tactos rectales y vaginales.

Algunos colectivos de inmigrantes radicados en la provincia de Lleida afirman que en los últimos meses están sufriendo una mayor presión policial. Esta presión se intensificó tras el fallecimiento del ciudadano gambiano Marong E., ocurrido el pasado mes de diciembre horas después de ser detenido como presunto autor de un delito de tráfico de drogas. En su momento, los Mossos atribuyeron la muerte a la cocaína que se tragó para evitar su confiscación, pero Amnistía Internacional (AI) y el consulado de Gambia en Barcelona discrepan de la versión oficial y aseguran que la víctima fue sometida a malos tratos por parte de los agentes. El Juzgado de Instrucción número 2 abrió una investigación por esta muerte después de que un compañero de la víctima declarara que vio cómo los policías autonómicos le pegaban cuando el detenido estaba en el suelo.

Hay más denuncias. El Juzgado de Instrucción número 5 investiga otra supuesta paliza de mossos a un africano residente en la ciudad de Lleida. Éste explicó que el pasado 15 de febrero dos agentes lo esposaron y le trasladaron a un edificio abandonado del centro histórico, donde dos encapuchados le dieron puñetazos y patadas por todo el cuerpo.

Versión del fiscal

Asimismo, la titular del Juzgado de Instrucción número 1 ha imputado a seis agentes del cuerpo por un presunto caso de torturas y otros delitos contra la integridad de las personas, tras ser denunciados por Domingo G. G., un vecino de Lleida que asegura haber sido aporreado brutalmente cuando se encontraba, el día 8 de junio de 2001, en la antesala de los calabozos de la comisaría.

El fiscal jefe de Lleida, Martín Rodríguez, considera que no existe un especial motivo de preocupación ante la proliferación de denuncias contra agentes de este cuerpo policial. Rodríguez ha reconocido que en la actualidad hay varias investigaciones judiciales en curso y que de momento no se ha formulado acusación alguna contra ningún agente.

'Denuncias contra policías ha habido siempre, y no hay que darle mayor importancia a lo que está ocurriendo en Lleida, que parece más grave porque han coincidido en el tiempo varios casos y han tenido más publicidad', declaró el fiscal, quien descarta hacer una llamada al orden a los mandos de los Mossos d'Esquadra para que cesen los supuestos abusos. En estas situaciones, la mayor parte de las diligencias acaban archivándose por la dificultad que comporta poder probar los hechos, denunciados en la mayoría de los casos por inmigrantes.