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Aznar y Bush relanzarán la cooperación antiterrorista el fin de semana en Camp David

Ambos mandatarios se reunirán a solas tras la cumbre entre EE UU y la Unión Europea

José María Aznar llegó ayer a Washington para presidir hoy junto a George W. Bush una cumbre en la que la Unión Europea y Estados Unidos pasarán revista a sus relaciones. La visita del presidente español culminará, sin embargo, el fin de semana, cuando los dos mandatarios discutan cómo potenciar la cooperación política hispano-estadounidense en áreas de interés común, como América Latina, y cómo reforzar el impulso que adquirió la cooperación antiterrorista entre sus dos países tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. La dos partes otorgan gran importancia a esta segunda entrevista porque tendrá 'un carácter muy personal y especial', según fuentes norteamericanas, y se desarrollará en la residencia campestre del presidente estadounidense en Camp David.

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Aznar incorporará su nombre a la larga lista de dignatarios internacionales, desde Winston Churchill hasta Tony Blair, pasando por Mijail Gorbachov, Yasir Arafat o Isaac Rabin, que han gozado de la hospitalidad de estas célebres cabañas diseminadas en una finca montañosa de Maryland, a un centenar de kilómetros de Washington.

Para los portavoces del Gobierno español, la invitación a Camp David, donde Aznar y Bush pernoctarán el viernes con sus esposas y apenas un par de asesores, es un nuevo reflejo de la declaración que Madrid y Washington firmaron en enero del 2001, todavía bajo la presidencia de Bill Clinton, proclamando su voluntad de elevar el nivel de sus relaciones bilaterales hasta un nivel privilegiado. Aznar no será, sin embargo, la primera autoridad española que ponga el pie en el exclusivo recinto campestre, ya que el rey Juan Carlos estuvo en Camp David en 1991 invitado por Bush padre.

El actual presidente de EE UU es, por otra parte, un entusiasta de la diplomacia de la barbacoa, que ha extendido al recinto aún más privado de su rancho tejano y a invitados de zonas remotas, como el príncipe Abdulá de Arabia Saudí, que le visitó hace dos semanas en Crawford. Pero el mero hecho de que Bush haya encontrado un amplio hueco para volver a ocuparse de las relaciones con España apenas cinco meses después de la visita oficial de Aznar a Washington es significativo en sí mismo.

Los temas de la entrevista, que adquirirá un carácter estricto de trabajo cuando el secretario de Estado, Colin Powell, se incorpore al desayuno de los presidentes, convocado en la cabaña Laurel para las 8.30 horas del sábado (14.30 horas en España), serán una prolongación de los tratados el pasado mes de noviembre. El ministro de Exteriores, Josep Piqué, no participará porque se volverá a Cataluña donde tiene compromisos políticos.

La lucha antiterrorista sigue en cabeza de la agenda. En medios diplomáticos estadounidenses se destaca la satisfacción de Bush porque 'tras el 11 de septiembre, España ha colaborado mucho, al autorizar el uso de las bases militares [para las operaciones en Afganistán], y al facilitar información y cooperar en tareas de inteligencia'. También se valora que España 'ha hecho todo lo posible' para desarticular las redes de terrorismo islámico en la Península.

Resultados confidenciales

EE UU según las mismas fuentes, no sólo ha incorporado a la listas antiterroristas del Departamento de Estado todas las organizaciones señaladas por España, sino que ha incluido en ellas a 21 individuos relacionados con ETA, para que sus bienes y actividades en EE UU sean bloqueados si afloran. Fuentes gubernamentales españolas valoran muy positivamente esta colaboración, cuyos resultados prácticos son difíciles de apreciar, ya que tiene su mayor eficacia en un campo tan confidencial como el de la información.

Otro tema destacado de la parte bilateral de este viaje de Aznar será la naciente cooperación política hispano-estadounidense en zonas de interés común, y especialmente en América Latina. La visita conjunta de los respectivos embajadores al efímero presidente venezolano Pedro Carmona, durante las pocas horas que logró mantener su fallido golpe de Estado contra Hugo Chávez hace dos semanas, es la primera concreción importante y polémica de esa cooperación. Aunque los sucesos en Venezuela pusieron en evidencia la dificultad de coordinar dos visiones no homogéneas, ya que Washington descargó una virulencia verbal contra Chávez que Madrid no se permitió, las dos partes consideran que la experiencia fue 'muy buena', y fuentes del Gobierno español, del que, según los norteamericanos, partió la iniciativa de la visita conjunta a Carmona, esperan que se repita. Con las limitaciones, precisan las mismas fuentes, de casos concretos como el de Cuba, en el que el Gobierno español no apoya la política estadounidense de sanciones.

Aznar, que tiene intención de pedir a Bush que el Fondo Monetario Internacional reabra el crédito a Argentina, intentará explicar también su visión de la solución al conflicto del Sáhara, que es motivo de fricciones con Marreucos y no coincide con la norteamericana. El resto de los temas internacionales que abordarán los dos líderes se solapan con los que ambos tenían previsto tratar hoy mismo en el marco de la cumbre Europa-EE UU. El encuentro tiene como contexto las tensiones generadas por el enfoque que Bush ha dado a la coalición antiterrorista con sus referencias al 'eje del mal' y su enfoque militarista.

George W. Bush y José María Aznar, en la finca de Quintos de Mora (Toledo) en junio del año pasado.
George W. Bush y José María Aznar, en la finca de Quintos de Mora (Toledo) en junio del año pasado.R. GUTIÉRREZ

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