Las haciendas vascas no tienen previsto adaptar su IRPF a la reforma del PP

Las Haciendas vascas no se han planteado por el momento realizar una reforma del Impuesto sobre la Renta de la Personas Físcas (IRPF) para adaptarlo a las modificaciones anunciadas en territorio común por el Gobierno del PP. Javier Urizarbarrena, diputado de Hacienda de Vizcaya, ya ha manifestado en público que la nueva bajada de impuestos prometida por la Administración central para el próximo ejercicio 'tiene trampa'.

Esta apreciación se basa en que en los tres años de vigencia de la anterior reforma del IRPF, aprobada en 1999, el Gobierno central no ha deflatar la tarifa del impuesto (descontar el impacto de la inflación para mantener la presión fiscal), mientras que las haciendas forales sí lo han hecho. En este sentido, las haciendas vascas estiman que, más que una reducción efectiva de la presión fiscal, la nueva rebaja del IRPF adelantada por el Gobierno del PP responde a compensar el poder adquisitivo perdido por los contribuyentes de territorio común por la no deflatación de la tarifa del impuesto. Así mismo, están a la espera de conocer si el Gobierno central va a compensar la reducción de ingresos fiscales que supondría la bajada de tipos del impuesto con incrementos en la imposición indirecta.

Sólo el último año la deflatación de la tarifa del IRPF en Euskadi ha sido del 3% y en los dos años anteriores también se aplicó para adaptar la tarifa del impuesto a la inflación anual. Cuando en 1999 se hacía una comparación entre el IRPF vasco y el aplicado en territorio común, se veía claro que el de la Hacienda central beneficiaba más a las rentas superiores a 24.040,48 euros, mientras el vasco favorecía a las inferiores a esta cantidad. El foral se decía entonces más progresivo (favorecía más que proporcionalmente a los que menos ganaban), pero era más caro en conjunto. Sin embargo, la pasada semana, Javier Urizarbarrena aseguró que, tras la deflatación aplicada en estos tres ejercicios, el IRPF vasco es en todos los casos más favorable al contribuyente que el del Gobierno central.

Repercusión en los servicios

Fuentes de las haciendas vascas aseguran que una reducción de los impuestos en Euskadi implicaría una caída de la recaudación que perjudicaría a los servicios, que no se podrían mantener al mismo nivel. Consideran que su sistema fiscal es una opción de calidad. Sin embargo, admiten que se pueden ver forzados a realizar un cambio fiscal si la Hacienda del Estado sube la imposición indirecta. Las haciendas forales no tienen competencias normativas en estos impuestos y su subida puede incrementar la recaudación y por tanto la presión fiscal conjunta hasta límites no deseados. Por ello, se mantienen a la espera, aunque consideran que el Ministerio de Hacienda se va a tener que compensar los caída en los ingresos por IRPF con una subida en la imposición indirecta. Esta opción, destacan fuentes de la Hacienda de Vizcaya, es menos progresiva, ya que los impuestos indirectos son iguales para todos, independientemente del nivel de renta de cada uno.

El proyecto de reforma del IRPF del Gobierno central reduce los tramos a cinco y baja el tipo máximo del 48% actual al 45%, y el mínimo, del 18% al 15%. En el IRPF vasco el tipo máximo es del 50% y el mínimo el 17%.

En toda caso, en el seno del Órgano de Coordinación Tributaria, donde las diputaciones y el Gobierno discuten los cambios normativos, todavía no se ha planteado la posibilidad de una reforma. En la Hacienda alavesa, en manos del Partido Popular, se sigue considerando que el modelo fiscal de la Administración central es mejor, pero oficialmente no ha presentado ninguna propuesta de cambio.