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Fraude en el referéndum para que Musharraf siga al frente de Pakistán

'Me han ordenado completar 500 votos', declara la presidenta de una mesa electoral

Pakistán se pronunció ayer en referéndum sobre si prolongar por cinco años el mandato del general Pervez Musharraf, autoproclamado presidente en junio de 2001. La oposición en pleno pidió el boicoteo de la consulta. La jornada de voto transcurrió tranquila, pero el fraude masivo estuvo a la vista de casi todos los que quisieron verlo, con personas que votaron varias veces y funcionarios que introducían en las urnas cientos de papeletas.

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'Me han ordenado que complete 500 votos', declara la presidenta de una mesa electoral de Rawalpindi, la antigua capital de Pakistán, al ser sorprendida en su trabajo por los periodistas. '¿Qué puedo hacer?', se pregunta al indicar que es la hora de cierre del colegio electoral y sólo han votado 150 personas. 'Somos funcionarios y tenemos que cumplir nuestro trabajo', señala evidentemente molesta por las preguntas de los informadores.

La presidenta del colegio electoral reconoció que había comenzado a rellenar la urna antes del cierre del colegio porque si no tendría que hacerlo después de la siete de la tarde. 'Y quiero irme pronto a casa', dijo, mientras sus compañeros trataban de disuadirla de que no contara intimidades del proceso electoral.

Según la oposición, la consulta ha sido un 'fraude abierto', si bien la oposición tampoco le dio la oportunidad de que fuese de otra forma porque ya antes de celebrarse el referéndum lo calificó de 'fraude masivo'.

Los resultados de la consulta, que permitirá a Pervez Musharraf permanecer cinco años más en el poder, se darán hoy a conocer. Nadie duda de que lo gane. El único valor que le concedía la oposición era el índice de abstención, pero el voto forzoso de los funcionarios, el traslado a costa del Gobierno de votantes a las urnas y la denunciada obligación de completar un número de papeletas por urna pone en duda el número real de votantes.

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Un golpe de Estado incruento permitió a Musharraf hacerse con las riendas de este país de 145 millones de habitantes, de los que el 96% son musulmanes, el 12 de octubre de 1999. Veinte meses más tarde se autoproclamaba 'presidente'.

El secretario de Información, Anuar Mahmud, desmintió ayer que se haya forzado a votar a los más de cinco millones de funcionarios públicos. 'Si me fuerzas a ir y votar, no puedes forzarme a decir sí', argumentaba Mahmud para destacar que los funcionarios han acudido libremente a votar.

A pesar de que el sufragio afecta a los mayores de 18 años, Javed Ahmed, un estudiante de Karachi (sur del país ) de 17 años, declaraba divertido que había votado dos veces. 'Me arriesgué para divertirme, pero ninguna de las dos veces me pidieron que me identificara'. Nawaz Bhutto, otro votante de Karachi, aseguró que la tinta del sello que te ponen al votar era mala y se borraba con tal facilidad que votó 'ocho veces'.

Para facilitar el voto de los 70 millones de electores paquistaníes, el Gobierno abrió 87.000 colegios electorales en escuelas, fábricas, estaciones, aeropuertos y edificios públicos.

Según el opositor PPP (Partido del Pueblo Paquistaní), la participación no ha superado el 6%. La líder en el exilio del PPP, Benazir Bhutto, que está acusada de corrupción, declaró que tiene previsto volver a Pakistán para participar en las legislativas de octubre, incluso si corre el peligro de ser encarcelada.

'Ni siquiera en las regiones más apartadas del país ha ido la gente a votar', declaró Nawabzada Nasrulá, líder de la Alianza para la Restauración de la Democracia.

Musharraf deposita su voto junto a su esposa, Sehba, en Rawalpindi.
Musharraf deposita su voto junto a su esposa, Sehba, en Rawalpindi.AP

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