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Entrevista:CELSO LAFER | Ministro de Asuntos Exteriores de Brasil

'Un golpe es un golpe y hoy día no hay golpes buenos y malos'

El ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, el catedrático de universidad Celso Lafer, de 60 años, opina sobre el reciente golpe de Estado en Venezuela que no hay golpes buenos o malos y que salvar la institucionalidad está por encima de todo. Lafer, de visita en Madrid, concedió a EL PAÍS una entrevista centrada en problemas candentes de América Latina.

Sobre la evolución de la crisis argentina, sostiene Lafer: 'El tipo de cambio fijo, tal como lo concibieron los argentinos en el inicio de los años noventa, era una solución apropiada para trabajar ante el riesgo de la hiperinflación. Después de la crisis de México, la de Asia, la de Rusia y nuestra propia crisis, quedó claro que mantener la paridad les quitaba los instrumentos necesarios para una política económica. No había política cambiaria y la monetaria estaba muy vinculada a la paridad. Tenían como único instrumento la inversión y la política arancelaria y de comercio exterior. Con eso se quedaron con dificultades crecientes'.

'Estoy convencido de la calidad de la actual Administración. Lula volverá a perder'

De los problemas actuales de Argentina, opina Lafer: 'Ahora rehacen su realidad en condiciones muy difíciles. Hay temas sociales, políticos y económicos importantes. Lo social es muy serio, porque forma parte de una crisis de identidad de los argentinos en su actual situación. Están venidos a menos, para emplear la formulación que ellos usan. Hay una dificultad del sistema político en cuanto tal: los partidos, el Congreso. Los cacerolazos son una manifestación de democracia directa, con impacto significativo'.

Añade el ministro brasileño: 'Los temas económicos son serios, porque quedaron cosas sin hacer importantes: la responsabilidad fiscal, la relación entre el Gobierno central y las provincias, que son parte de la tradición histórica de Argentina. La relación centro-provincias ha sido siempre muy difícil. A pesar de estas dificultades, nosotros, como Brasil y como socios de Argentina, tenemos la convicción de que el proyecto Mercosur, tal como está, con Argentina, Uruguay, Paraguay, más Bolivia y Chile como miembros asociados, es la consecuencia natural de la mejor política y la mejor economía'. Según Lafer, el Mercosur, como Europa, 'tuvo sus dificultades. Nosotros tenemos las nuestras y vamos a superarlas'.

Opina el ministro brasileño: 'La situación bancaria de Argentina es muy difíicl. Sin sistema bancario no hay pagos y sin pagos no hay comercio. No tengo duda de que el problema a corto plazo es difícil. Nuestras exportaciones a Argentina bajaron muy significativamente, como un 68%. Ellos tienen un superávit importante, que es la contribución de Brasil para superar estas dificultades'.

No cree realista Lafer que fuese ahora mejor renunciar al Mercosur e ingresar en el Área de Libre Comercio de las Américas (Alca): 'Yo dije en una ocasión que el Mercosur es destino y el Alca es opción. La negociación con el Alca es compleja, tanto como la de la Unión Europea-Mercosur, pero tiene una complicación adicional porque la UE es una superpotencia económica, pero no es una superpotencia política. Estados Unidos es una superpotencia económica y además una superpotencia política. Esto, en algunos sectores de Brasil, da una dimensión ideológica a esta negociación'.

Para Lafer, 'cualquiera se da cuenta de que toda negociación comercial de un país como Estados Unidos, y también de un país como Brasil, es una negociación hacia adentro y hacia afuera. Brasil es un país amplio, continental, diversificado. Esto significa una variedad de intereses. Es más fácil para los norteamericanos llegar a un acuerdo con economías más sencillas, con menos diversidad, porque la pauta de las negociaciones es más sencilla. Nosotros tenemos con los norteamericanos negociaciones que serán muy duras'. La dureza de las negociaciones se centra en cuestiones arancelarias. Brasil tiene un arancel más elevado que Estados Unidos. No obstante, en el núcleo duro de productos, la barrera arancelaria de Estados Unidos perjudica a Brasil.

Sobre la negociación del Mercosur con la UE menciona Lafer problemas con la política agraria común europea y la dificultad añadida de un año electoral en Europa. No cree Lafer que las elecciones de fin de año en Brasil lleven al candidato de izquierda Luiz Inacio da Silva, Lula, a la presidencia: 'Yo estoy convencido de la calidad de lo que está haciendo la Administración del presidente Fernando Henrique Cardoso, de su liderazgo político. Esto va a tener un efecto positivo y decisivo en las elecciones. Lula volverá a perder. Ésta es mi evaluación. Decía Ortega que la perspectiva organiza la realidad y no la distorsiona. Ésta es mi organización de la realidad'.

La triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay se considera una especie de agujero negro, incluso refugio de terroristas radicales islámicos. Asegura Lafer: 'Siempre se ha considerado como una región sensible. No tenemos informaciones precisas, hasta ahora, de que sea una región donde están domiciliados terroristas, pero sin duda hay una preocupacion derivada del hecho de una emigración palestina importante y muchas de las organizaciones con las que se vincula esta emigración tienen funciones de asistencia social y otras funciones. El mundo funciona hoy día en redes, que son la consecuencia del proceso de la globalización y tienen muchas funciones. Hay redes de los medios, de las finanzas, de la información, del terrorismo, del narcotráfico, de armamentos, del lavado de dinero. Estamos atentos a esta realidad y buscamos cualquier señal más clara de una presencia terrorista en esta región. Pero ni los servicios de Brasil encontraron nada, ni las informaciones intercambiadas con Estados Unidos nos dieron más indicios que los de naturaleza general'.

Sobre el reciente golpe de Estado fallido en Venezuela afirma Lafer: 'La postura nuestra fue muy clara. Yo estaba en la reunión del grupo de Río en Costa Rica, en la que yo representaba al presidente Cardoso. Tomamos lo ocurrido como una ruptura del orden institucional. Un golpe de Estado es un golpe de Estado. No hay hoy día golpes buenos y malos. Hay golpes. Esto significaba la necesidad de una reacción rápida de la comunidad internacional que nosotros representábamos, el grupo de Río y la OEA. Creo que tuvimos un papel positivo para crear un entorno internacional favorable a la deslegitimación de cualquier tentativa de ruptura del orden institucional'.

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