34 obispos de Latinoamérica inician la recogida de firmas para pedir al Papa que convoque un concilio
Ayer fue el día escogido por eclesiásticos de todo el mundo para lanzar una 'iniciativa internacional a favor de un nuevo concilio en la Iglesia católica'. El manifiesto se titula Hacia un nuevo concilio y lo firman 34 obispos de Latinoamérica. Ya ha sido presentado en otros países, incluso a Roma, para que vayan uniéndose otras rúbricas de la jerarquía, y cuentan también con próximas adhesiones de congregaciones religiosas relevantes y de varios miles de teólogos y teólogas.
¿Un nuevo concilio? En Roma no quieren oír hablar del asunto, y, para colmo, la sorpresa le llega a la curia vaticana de donde menos lo esperaba. De Hispanoamérica, la Iglesia emergente, en la que tiene sus complacencias el pontífice Juan Pablo II. Después de años de tarea para segarle la hierba a la teología de la liberación, con acciones de represalia que alcanzaron incluso el cierre de parroquias enteras, Roma ya conoce que es en esos países de donde surge el primer empujón conciliar, y que la marea continuará en África y en no pocos países de Europa.
Entre los firmantes del manifiesto dado a conocer ayer se encuentran el cardenal Paulo Evaristo Arns, de São Paulo (Brasil); el obispo Samuel Ruiz, emérito de San Cristóbal de las Casas (Chiapas, México); el arzobispo emérito de Cuenca (Ecuador), Luis Alberto Luna Tobar, y los españoles Nicolás Castellanos, emérito de Palencia, y Pere Casaldáliga, prelado de São Félix de Araguaia (Brasil).
'Desde que los papas comenzaron a temer a los concilios, la Iglesia está sin concilios, y así seguirá para desgracia y ruina de la religión'. La frase no es de un teólogo de la liberación, sino del dominico Francisco de Vitoria, que la pronunció en 1530. Hace 40 años, Juan XXIII convocó el Vaticano II, pero los resultados de la experiencia [la renovación del rostro de la Iglesia] nunca gustaron a la curia vaticana. Desde entonces, cada vez que un prelado o un movimiento eclesial retoma el asunto recibe sonados varapalos de quien manda en la sede papal. La última vez, en 1999, se atrevieron incluso con el cardenal de Milán, el jesuita Carlo María Martini, uno de los grandes eclesiásticos del siglo, que ante el sínodo de los obispos europeos desveló sin tapujos que había tenido 'un sueño' conciliar.
Los promotores de ahora saben que con este papa no hay posibilidad de concilio, pero quieren iniciar lo que llaman 'un proceso conciliar' que prepare el camino para cuando crezca la siembra de sus ideas de renovación, diálogo, ecumenismo y colegialidad. Los materiales de la iniciativa están en la web http://www.proconcil.org. El e-mail es proconcil@proconcil.org
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