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'Nadie me informó que los fondos no estaban en la contabilidad'

La carta de dimisión de Juan Entrenacales como consejero del BBVA es la siguiente:

'Querido presidente:

En la paz del fin de semana he estado pensando en la reunión que tuvimos el pasado día 17 de abril, en que me pediste a mí y a otros consejeros la dimisión en bien del banco.

Probablemente habrás leído como yo el comunicado de Óscar Fanjul después de su dimisión, y quiero manifestar que coincido plenamente en lo expuesto por él de cómo se han producido los hechos en relación con los fondos extracontables del banco, así como con los fondos de pensiones.

No obstante, quiero insistir en los siguientes puntos:

1. Quiero dejar bien claro que, tanto como miembro del Consejo y de la Comisión de Control, nadie me informó de que la existencia de los fondos no estaba reflejada en la contabilidad del banco y que se incorporaron a las cuentas en el año 2000, como beneficios extraordinarios. Después del verano de 2001 me enteré de que el Banco de España estaba tramitando un expediente por este motivo.

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2. En relación con los fondos de pensiones Alico, quiero manifestar que en el mes de marzo de 2000 el copresidente Emilio Ybarra me comunicó que, en compensación por la bajada de remuneración de los consejeros provenientes del BBV, se iba a constituir un fondo de pensiones a nuestro nombre. (En ese momento no conocía que estos fondos provenían de cuentas fuera de balance y de la contabilidad del banco).

Con posterioridad recibí la correspondiente póliza, en la que se adjuntaba una carta de un director general del banco, donde, entre otras cosas, decía: 'We hereby confirm that we have received no suggestion nor do we have reason to believe that the funds being trasferred to Alico are the proceeds of any criminal activity'. (Por la presente confirmamos que nosotros no tenemos ninguna razón para pensar que los fondos transferidos a Alico proceden de actividades ilícitas). Lo que nunca puse en duda.

Quiero añadir que ni esta cantidad ni ninguna otra que he percibido durante los años que llevo formando parte del consejo ha sido producto de negociación por mi parte, no conociendo lo que ganaban el resto de mis compañeros de consejo. Siempre he considerado que las cantidades globales que aparecen y se aprueban en consejo y en la junta general están todas las remuneraciones recibidas por los miembros del consejo.

Posteriormente se me volvió a citar para decirme que había que devolver el fondo, pues pertenecía al banco y había que regularizarlo ante el Banco de España, incorporándolo al balance del BBVA del ejercicio 2000. Es entonces cuando conocí que ese fondo no me pertenecía.

¿Por qué no acepté tu propuesta de dimisión el pasado día 17 de abril?

- Porque creía sinceramente que no le hacíamos ningún bien al banco dimitiendo en ese momento, teniendo en cuenta que no había sido expedientado por el Banco de España, ni me afectaba ninguna situación que me obligara a poner mi cargo a disposición del consejo, como establece el Estatuto del Consejero. No dudes que en el supuesto de que se hubiera producido estos hechos hubiera presentado la dimisión.

- Porque dicha dimisión podría prejuzgar que mi actuación había podido dañar al banco, lo cual no es así, teniendo en cuenta que durante estos 12 años siempre he actuado en interés del banco, de sus accionistas y de sus empleados.

Te recuerdo que en el mes de marzo de 2002, antes de la junta general de accionistas, me pediste que siguiera formando parte del consejo.

Quiero aprovechar esta carta para salir al paso del, en mi opinión, desafortunado comentario de que se va a 'refundar el BBVA'. Creo que tirar por la borda más de 100 años de historia es, cuando menos, un agravio a todas las personas que han formado parte tanto de la línea ejecutiva como de cualquier puesto de trabajo y que han sido todos ellos los principales artífices de convertir el BBVA en uno de los bancos mejor valorados y de mayor prestigio del mundo. Si el banco es hoy lo que es, es gracias a su formidable equipo humano, tanto el actual como el del pasado. Es una pena que el BBVA, después de una fusión que se había hecho de una forma ejemplar y en un tiempo récord, y en la que los dos copresidentes os entendíais perfectamente, se vea hoy envuelto en esta desagradable situación.

Quisiera puntualizar también sobre la frase que se me atribuye en un periódico de que si tu no dimitías yo tampoco lo haría. Te quiero hacer saber que yo no he dicho nunca tal cosa. Lo que sí he dicho es que mi responsabilidad como consejero era mucho menor que la de los dos copresidentes.

Para terminar, y a pesar de las razones que te acabo de exponer, teniendo en cuenta mi edad, que quiero tener más tiempo libre, que mi familia me lo pide por el daño moral y de imagen que nos está ocasionando este desagradable incidente, y sobre todo que yo no quiero seguir de consejero, pues ya estoy harto de oír hacer demagogia sobre personas que en muchos casos, con riesgo de su vida y dedicándole muchas horas al banco, nadie ha defendido.

Como te decía al principio de esta carta, en la paz del fin de semana he reconsiderado mi posición y te presento mi dimisión irrevocable.

Ya sabes que tanto mi familia como yo tenemos una participación como accionistas que para nosotros es muy importante y es por lo que le deseo al banco los mayores éxitos en el futuro.

Espero comprendas que esta carta la haga pública con el fin de aclarar algunos malentendidos que se hayan podido producir a lo largo de estas últimas semanas.

Te saluda atentamente,

Juan Entrecanales'.

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