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Aznar bendice el Hospital de La Ribera, condena la oposición al PHN y subraya el peso del PP valenciano

José María Aznar se vistió ayer sucesivamente de presidente del Gobierno, presidente nacional del PP y presidente de turno de la Unión Europea en un periplo por tierras valencianas en el que bendijo el experimento de gestión privada de un hospital público en Alzira, condenó la oposición al proyecto de Plan Hidrológico Nacional (PHN) aprobado por el Congreso y destacó la importancia del PP de la Comunidad Valenciana en lo que denominó 'la gran transformación de España' sobrevenida a partir de 1995.

Aznar se desplazó al Hospital de La Ribera para comprobar personalmente el desarrollo de un proyecto que aseguró conocer 'muy bien' desde su gestación. Celebró 'la gran realidad' que constituye el centro en la actualidad y felicitó a su 'equipo humano' por sostener una alta consideración en todas las auditorías.

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Representantes de Adeslas, la aseguradora que gestiona el centro, las dos grandes cajas de ahorro de la Comunidad Valenciana y las constructoras Lubasa y Dragados seguían la intervención del presidente inmediatamente detrás de las autoridades políticas. Aznar relegó al 'pasado' los debates sobre lo público y lo privado en materia de servicios públicos, antepuso la calidad del servicio y afirmó que el experimento de Alzira 'inicia un camino, una tendencia, es una señal en el modo de entender la sanidad española'.

La posterior visita a las obras que desarrolla la empresa Aguas del Júcar para adaptar la histórica Acequia Real del Júcar y establecer sistemas de riego localizado en las 20.500 hectáreas de cítricos, frutales, huerta y arrozales que se nutren del canal se convirtió en la plataforma ideal para defender el proyecto de Plan Hidrológico Nacional que aprobó el Congreso.

Representantes de todas las comunidades de regantes de la Comunidad Valenciana aplaudieron el proyecto que Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, calificó como 'valiente muestra de coraje político' y Aznar como expresión de una 'política de cohesión' y 'solidaria' entre las distintas comunidades autónomas de España.

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El presidente del Gobierno no perdió la ocasión para arremeter contra la oposición socialista y, sobre todo, contra la eurodiputada socialista valenciana, Maruja Sornosa, quien defendió ante la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo una enmienda que instaba la revisión de las ayudas europeas al proyecto. 'No se nos puede olvidar que ha habido gente aquí en este país, que quiere en Bruselas impedir que el dinero europeo previsto para el desarrollo del PHN llegue a España', dijo. 'Quiero que eso no se olvide. Yo no lo voy a olvidar y lo recordaré siempre porque nunca se había llegado tan lejos ante una decisión soberana de las Cortes Españolas', añadió.

Aznar cerró su periplo matinal con una multitudinaria comida en la Feria de Valencia a la que asistieron más de cinco mil enfervorizados militantes del PP. Zaplana afirmó que el único objetivo del almuerzo era 'dar las gracias' al presidente de Gobierno. Aznar, por su parte, desgranó los objetivos inmediatos de su Gobierno, desde la reforma educativa hasta la retirada del subsidio de desempleo a 'los que pueden y no quieren trabajar'.

Pero, sobre todo, subrayó la importancia del papel desempeñado por el PP valenciano en lo que denominó 'la transformación de España' iniciada en 1995 con el triunfo de Zaplana en las elecciones autonómicas en las que desplazó a los socialistas de la Generalitat.

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