_
_
_
_

Zaplana rebaja el alcance de la reforma del Estatuto de Autonomía

Los socialistas acusan al presidente del Consell de incumplir su palabra y actuar 'con cinismo'

El presidente de la Generalitat y del PP, Eduardo Zaplana, apostó ayer por una reforma del Estatuto de Autonomía 'dentro del ámbito de lo posible', donde se aparque la posibilidad de disolver anticipadamente las Cortes Valencianas. La afirmación de Zaplana supone un giro respecto a lo que dijo el año pasado, cuando se comprometió a 'llegar tan lejos' en la reforma como llegaran los socialistas. Éstos manifestaron hace dos meses su disposición a abordar una reforma que incluyera la disolución anticipada, para lo que contarían con el respaldo de la dirección federal del PSOE.

Más información
'No cambio la Generalitat por casi ningún ministerio'
Aznar bendice el Hospital de La Ribera, condena la oposición al PHN y subraya el peso del PP valenciano

'El Estatuto no tiene por qué presentar problemas. La reforma se haría de forma inmediata si aparcásemos esta cuestión [la de la disolución anticipada de las Cortes]', declaró el presidente en una conferencia organizada en Valencia por el foro Club Europa sobre el semestre de presidencia española de la Unión Europea. Zaplana añadió que ni 'el Gobierno central', ni 'mayoritariamente el PSOE' y tampoco 'el Parlamento español' desean que haya más comunidades autónomas con plenas competencias para disolver anticipadamente sus parlamentos como ahora ocurre en Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía. Porque eso supondría someter a España 'a un permanente proceso electoral' y porque creen que se convertiría en un fenómeno 'imparable' frente a las reivindicaciones de otras comunidades.

Para el presidente de la Generalitat, una reforma posible sería 'avanzar en todo lo demás'. 'Quedaría esa asignatura pendiente, pero igualémonos, salvo en esa cuestión, en competencias a Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía', defendió Zaplana, quien apuntó que otra posibilidad, 'que no crearía problemas', sería la disolución parcial del Parlamento autonómico, que obligaría, sin embargo, a respetar las fechas del calendario electoral ordinario. Zaplana reconoció implícitamente la contestación que este tipo de reforma estatutaria tendrá en los grupos políticos de la oposición y se justificó. 'Yo gobierno desde 1995 y no estaba en el Consell cuando se redactó el Estatuto', dijo Zaplana descargando la responsabilidad en los socialistas y en la izquierda en general, 'que sigue anclada en la transición política'.

Y efectivamente, la contestación llegó. Lo primero que hizo el portavoz socialista en las Cortes, Joaquim Puig, fue acusar al presidente de incumplir su palabra. El dirigente socialista recordó que en el último debate de política general, en septiembre de 2001, Zaplana dijo sobre la reforma del Estatuto que 'él mismo y el PP llegarían hasta donde llegaran los socialistas'. Y éstos, en contra de lo que ayer dijo Zaplana, han recibido luz verde de la dirección federal del partido para plantear una reforma amplia que incluya la disolución anticipada de las Cortes, según recordó Puig. 'Ahora es cuando se ha visto la verdadera careta del supuesto autonomismo del PP valenciano', dijo el portavoz socialista, 'porque ahora renuncia a dar un paso adelante en la profundización del autogobierno'. Puig añadió que Zaplana ha actuado 'con cinismo' al acusar a los socialistas de obstaculizar la reforma del Estatuto, cuando el PSPV pidió hace más de dos meses la convocatoria de la ponencia para la reforma, sin que el PP haya contestado desde entonces.

En opinión de Puig, con su afirmación de ayer Zaplana 'renuncia a dar un paso más adelante en la profundización del Estatuto, y del autogobierno valenciano y lo hace desde la posición de recentralización del PP', partido que, según añadió, ha protagonizado en los últimos tiempos 'un giro claramente antiautonomista'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En su condición de vicepresidente del Comité de Regiones, Zaplana subrayó el proceso descentralizador acometido en España. 'El 70% de las directivas europeas tiene como destinatarios a las comunidades autónomas y los ayuntamientos', manifestó. El presidente se mostró, sin embargo, escéptico con las peticiones, defendidas sobre todo por los socialistas, de que las regiones estén representadas directamente en la UE. 'Será bienintencionado', dijo, 'pero está condenado al más absoluto fracaso'. Según el presidente valenciano, 'es impensable que hoy los países acepten que las regiones estén representadas directamente'.

En un escenario más posibilista, Zaplana defendió la articulación de cauces nuevos 'como un procedimiento reglado, con carácter normativo, para que antes de una cumbre, las regiones se puedan pronunciar'. Otra opción sería dar al Comité de Regiones, un órgano consultivo, rango de institución con capacidad codecisoria.

Zaplana sacó a colación la propuesta del presidente de Galicia y compañero de partido, Manuel Fraga, cuando reclamó la conversión del Senado en una Cámara de representación autonómica así como la presencia directa de las regiones en la UE. 'Fraga no es un soberanista, sólo intentó poner encima de la mesa un nuevo elemento de debate, que luego se utilizó malévolamente', justificó.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_