El absentismo se reduce a la mitad en un barrio desfavorecido cordobés
Un innovador programa educativo atrae a los escolares a clase
A problemas complejos, soluciones complejas. Y para una realidad tan resbaladiza como la del absentismo escolar hace falta una respuesta múltiple, con más tentáculos que un pulpo. Esta estrategia, la de multiplicar los frentes, es la que han seguido el Departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento, la Delegación Provincial de Educación de Córdoba y los colegios Federico García Lorca y Gloria Fuertes. Y así, poniendo en marcha un programa experimental, han conseguido reducir el absentismo a la mitad en estos centros escolares del Polígono Guadalquivir, uno de los barrios más duros de la ciudad.
'Comenzamos con una campaña de sensibilización ciudadana', cuenta Rosa Palencia, la directora de la Zona de Trabajo Social Arrabal del Sur del Ayuntamiento. 'Hicimos un buzoneo con folletos que explican a los padres la importancia de que los niños no falten a clase. Contamos con la Policía Local para que tomase los datos de los chicos que estuvieran en la calle en horario escolar y los condujese al centro correspondiente. Y planteamos los concursos'.
Lo de los concursos es lo más novedoso. Consiste en premiar a las clases en las que se registran menos faltas. Los ganadores se llevan un maletín de material de dibujo, y pasan a la segunda fase, en la que les puede tocar un viaje a un parque temático. 'Lo que se pretende', aclara Rosa Palencia, 'es implicar a los niños a través de un juego'.
Control de asistencia
Los profesores controlan la asistencia. Sólo se justifican las ausencias con certificados médicos, o con un escrito de la familia: las excusas verbales no valen. En la pared de cada aula se cuelga un gráfico en el que se reflejan los resultados, y así los niños pueden ver, día a día, cómo evoluciona el grupo.
'Se han entusiasmado', asegura Fernando Aranda, director del Federico García Lorca, un centro que lleva 10 años combatiendo este problema sin demasiado éxito. 'Les oímos decirse unos a otros 'no puedes faltar, que si no no ganamos'. Aranda es consciente de que este nuevo mecanismo funciona 'con los absentistas moderados, no con los crónicos', pero eso no es obstáculo para que hayan pasado de una tasa del 30% a una del 15%, 'y vamos a conseguir más', vaticina Fernando Aranda.
Otra idea poderosa es la del Aula de Acogida, una propuesta de la Comisión de Absentismo de la zona. Su presidente, Andrés Moyano, explica en qué consiste. 'Se trata de que los niños que faltan mucho pasen por un espacio intermedio antes de incorporarse a su aula, en una especie de período de adaptación'. Aranda completa: 'Así no se aburren ni interrumpen a los demás, ni trastocan la marcha general de las clases'.
Moyano recuerda que muchos de estos chicos no tienen costumbre de estarse 'quietos y callados durante seis horas, atendiendo a lo que se les dice'. Para Aranda, 'la escuela debería ser más flexible y adaptar los curriculos; no se trata tanto de que los niños absorban contenidos sino actitudes. Lo primordial que vengan al colegio, que presten atención, que se motiven'.
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