La caída de resultados de Repsol provoca duras críticas de los accionistas a la dirección

La fuerte caída de beneficios de Repsol YPF en 2001 por la crisis argentina (el grupo ganó 1.025 millones de euros, un 57,8% menos que en 2000) provocó ayer fuertes críticas de los pequeños accionistas al consejo que preside Alfonso Cortina. En la junta más dura desde que asumió la presidencia en 1996, Cortina eludió responder a una pregunta concreta sobre las consecuencias para Repsol de su dimisión, la pasada semana, del consejo del BBVA y tuvo que escuchar gritos de 'dimisión, dimisión'. Repsol recortará un 20% sus inversiones y volcará su estrategia en el mercado del gas natural.

Los alrededor de 600 pequeños accionistas que ayer asistieron a la junta de Repsol llegaron a la reunión heridos en el bolsillo, ya que el dividendo de 2001 se limitará a 0,21 euros, un 58% menos que en 2000. Y pidieron explicaciones; a veces a gritos e interrumpiendo el discurso del presidente, Alfonso Cortina. De nueve intervenciones de pequeños accionistas, ocho fueron críticas con los administradores.

Los accionistas exigieron (y lograron) que se votara la petición de dimisión de todos los consejeros, un acto testimonial si se tiene en cuenta que el consejo controla un 90% del capital, pero que ilustró el malestar provocado por los malos resultados.

Además, los accionistas cuestionaron la decisión de compra de la argentina YPF en 1999, la política de incentivos de la dirección (Repsol ha aprobado un plan de opciones sobre acciones para los directivos, el comité ejecutivo y 'el presidente ejecutivo' del grupo por importe de 163 millones de euros, en cuatro años y a un precio de entre 15 y 22 euros por título) y hasta la exactitud de los cálculos sobre los que se han formulado las cuentas.

Alfonso Cortina se las vio y se las deseó para concluir sus explicaciones. En su discurso, el presidente de Repsol YPF defendió la compra de la argentina YPF, expuso su confianza en una próxima mejora de la situación en el país latinoamericano y remarcó la 'vocación de permanencia' de la petrolera en aquel país. En 2001, la crisis argentina obligó a Repsol a sanear las cuentas con 1.450 millones de euros y a realizar provisiones por otros 1.288 millones más.

Al margen del discurso, Cortina, que eludió responder a una pregunta sobre 'las posibles consecuencias para el grupo Repsol de su dimisión del consejo del BBVA', precisó que el plan de opciones para directivos, muy cuestionado por los asistentes, 'no beneficiará a los miembros del consejo', y adelantó una de las medidas para hacer frente a la situación en 2002: las inversiones del grupo se recortarán un 20% respecto a lo previsto y se situarán en 3.200 millones de euros. Con vistas al presente ejercicio, Repsol YPF, que controla el 45% de Gas Natural, volcará su estrategia en potenciar el mercado del gas.

Del ambiente en el que se desarrolló la junta da cuenta una de las frases con las que Cortina salió al paso de las críticas: 'Repsol', aseguró, 'no está en la ruina, y es una de las compañías que más recursos generan en este país', con 5.800 millones de euros de cash flow (beneficios más amortizaciones) en 2001.