El Foro Valldigna apela a la dimensión cultural como política prioritaria para la integración del Mediterráneo

El Foro Valldigna para el Mediterráneo, un encuentro organizado por la Generalitat que reúne a unos 150 expertos de diversas disciplinas, se inició ayer con un llamamiento a la prioritaria incorporación de la dimensión cultural en las políticas desarrolladas en los países ribereños.

De otra manera difícilmente se pueden superar los desequilibrios entre los mismos, sin el conocimiento y el reconocimiento de la diversidad. Lo dijo ayer la presidenta del Consejo Ejecutivo de la Unesco, Aziza Bennani, en el acto inaugural del encuentro, celebrado en l'Hemisfèric de Valencia.

El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y el responsable de la Comisión Europea para el Mediterráneo, Richard Weber, coindieron en el mismo acto a la hora de poner énfasis en la necesidad de corregir el déficit de infraestructuras en el Mediterráneo. Mientras el primero hacía hincapié en que la Unión Europea debe invertir más en las comunicaciones de transporte de los países mediterráneos europeos, el segundo añadía que ni entre los propios países magrebíes hay buenas comunicaciones.

El lado más filosófico lo aportó Edgar Morin, quien rechazó la idealización de los mitos del Mediterráneo relativos a la unidad, racionalidad y armonía, recordando sus componentes más desmedidos y excesivos que también se heredaron de la antigua Grecia. El pensador propuso una remitologización fundamentada en el 'sentido emocional del mar común que es lo que nos une, y considerarlo como una madre'. Morin señaló que el modelo de las sociedades occidentales está en crisis porque 'hay demasiado individualismo, egocentrismo, pérdida de solidaridad y comunidad, y demasiado tecnicismo que olvida las cualidades humanas'. Argumentó que muchas de las cosas que parecen atrasadas para la mirada del Norte 'en realidad no lo son'. Por último emplazó a crear un modelo de sociedad que combine lo que se pueda 'sacar' del Norte con lo que se debe 'salvaguardar del Sur, del Este y del Oeste'.

Incluso entre los países magrebíes la circulación es precaria por falta de infraestructuras, añadió Weber. El director de la división del Mediterráneo y el Medio Oriente de la Comisión Europea señaló que la UE destina de manera justificada muchos recursos a los países ribereños porque no hay otra forma de propiciar el desarrollo y el encauzamiento de la inmigración. Insistió en el desarrollo de los propios países del sur del Mediterráneo y en el papel que debe jugar la cultura en la integración de los mismos.

Este último fue el tema más recurrente en los participantes de la sesión inaugural del foro dedicado a Cultura y solidaridad. Instrumentos de la paz y que, dirigido por José Vidal-Beneyto, se celebró ayer tarde en L'Hemisfèric de Valencia. También Zaplana aludió a ello, si bien se centró más en la necesidad de superar los desequilibrios de un 'espacio de cierta fragilidad'.

Una fragilidad que nace también de la incomprensión que se puede superar en la valoración 'de la cultura como elemento fundamental de toda política', afirmó en perfecto castellano Aziza Bennani, presidenta del consejo ejecutivo de la Unesco. Bennani se reafirmó en que esa dimensión debe estar muy presente en la Conferencia Euromediterránea que se inicia el lunes en Valencia. Los atentados del 11 de septiembre y el recrudecimiento del conflicto árabe-israelí hacen aún más necesaria la integración de la diversidad a través de la cultura y del conocimiento. Y no aceptar estos conflictos como una fatalidad, agregó.

Tampoco se ha perpetuar la idealización de los mitos del Mediterráneo, argumentó, por su parte, el pensador Edgar Morin. Son ciertas las ideas predominantes en la antigua Grecia sobre la armonía, la unidad y la racionalidad, como también lo es el polo opuesto: su carácter dionisíaco, excesivo y desmedido. Este es el antagonismo real que caracteriza el Mediterráneo, y frente a él, Morin postuló rechazar los aspectos 'destructivos' y 'retomar un sentido emocional del mar común, que es lo que nos une y considerarlo como una madre porque sin maternidad no hay paternidad y el sentido de la hermandad viene cuando nos sentimos hijos de nuestra madre'. El modelo tampoco debe ser el individualismo de Occidente y abogó por 'combinar lo que podemos sacar del Norte y lo que debemos salvaguardar del Sur, del Este y del Oeste'. Los últimos en participar enel acto de inauguración fueron el presidente de la Fundación de la Cassa di Rasparnio de Roma, Emmanuel Emmanuele, y Vidal-Beneyto. Entre el público se encontraban el director del IVAM, Kosme de Barañano, el diseñador Francis Montesinos, la actriz Magüi Mira y el crítico de arte Achille Bonito Olivo, entre otros invitados al foro que concluye mañana.