Los testigos aportan nuevas pistas sobre el móvil del crimen del Puerto de la Torre

La segunda sesión del juicio por el triple crimen del Puerto de la Torre (Málaga), perpetrado en 1999, aportó nuevas pistas sobre el posible móvil del suceso. Mientras que los cuatro acusados sostienen que una de las víctimas, Israel R. B., había robado a uno de ellos, Isidro G. R., una partida de droga, la novia de Israel declaró ayer que su pareja se había limitado a recuperar el dinero que varios de ellos le habían sustraído semanas antes del suceso.

La novia de Israel R. B. declaró oculta tras una mampara para evitar ser reconocida, igual que dos familiares de otra víctima, Antonio I., que acudieron en calidad de testigos. Según la declaración de la chica, al menos dos de acusados habían entrado en la casa que compartía con Israel semanas antes del crimen y, a punta de navaja, les habían obligado a entregarles un millón de pesetas (6.000 euros) que guardaban en la vivienda. El dinero, explicó, procedía de la venta de cocaína, actividad que Israel compaginaba con su empleo de barrendero.

La joven afirmó que días después del robo, su compañero logró recuperar el dinero, aunque dijo desconocer los medios que había empleado. 'A mi no me contaba nada. Nosotros incluso rompimos nuestra relación poco antes de que lo asesinaran porque, con la vida que llevaba, yo temía que acabase así. Pero no me comentó que hubiera pegado a nadie. No era su estilo', relató.

El acusado que ha decidido asumir la responsabilidad de los hechos, Isidro R. G., de 26 años, aseguró en su declaración durante la primera sesión de la vista oral que Israel le había sustraído a él dinero de una partida de droga que 'le había dado para que vendiera', y que posteriormente lo había amenazado y había ordenado apalear a un conocido suyo. Varios de los testimonios escuchados ayer se apartaban de esa versión, entre ellos el de el inspector que dirigió la investigación, que afirmó que la policía 'había investigado a Israel R. B. por tráfico de drogas, y sabía que había recuperado parte del dinero que le robaron, pero no que hubiese mediado una paliza'.

En la sesión de ayer se vivieron momentos de crispación por la actitud desafiante de Isidro G. R., al que el presidente de la sala advirtió que desalojaría si continuaba retando a los testigos y haciendo comentarios improcedentes.