Un pacifista judío pide mano dura para doblegar a Ariel Sharon
El pasado 29 de marzo, una adolescente palestina hizo estallar una bomba que llevaba adherida al cuerpo a las puertas de un supermercado en Jerusalén. Una mujer y el guarda de seguridad del establecimiento perdieron la vida a consecuencia de la acción.
Peretz Kidron, el propietario del supermercado, resulta ser uno de los responsables del movimiento pacifista israelí Yesh Guvl, que ha participado este fin de semana en el Foro Civil Euromediterráneo. Kidron explica que Yesh Guvl, Hay un límite, una frontera surgió durante la ocupación de Líbano en 1982 para apoyar a los militares dispuestos a rechazar órdenes más allá del territorio de Israel de acuerdo con las fronteras establecidas en 1967. No se trata de la pura objeción de conciencia, sino del apoyo de una conciencia crítica en el seno de la organización militar, un cáncer para cualquier ejército donde la obediencia ciega es clave para garantizar la eficacia.
Kidrón asegura que una cuarentena de reservistas, la mayoría con rangos superiores a teniente, han sido encarcelados desde el inicio de la segunda Intifada por negarse a actuar en los territorios ocupados o por resistirse a demoler viviendas de supuestos activistas palestinos.
Kidron, nacido en Viena en 1933, admite que las acciones terroristas palestinas generan 'rabia' entre los ciudadanos israelíes y eso decanta la opinión pública hacia Ariel Sharon. Y asegura: 'Sharon sólo se plegará a las exigencias internacionales si puede explicar a sus votantes que cede, nunca a las pretensiones palestinas, sino para salvaguardar los intereses de la defensa nacional amenazadas por una presión exterior, un embargo comercial o una amenaza militar'.
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