El PSC reclama a Duran que deje la política por el 'caso Pallerols'

Tres años y medio, más de 1.200 días, es lo que ha tardado la Sindicatura de Cuentas en redactar un borrador -el informe oficial sigue pendiente- sobre la gestión por parte de las administraciones públicas catalanas de los fondos europeos para cursos de formación de parados, el núcleo del caso Pallerols. El síndico responsable del grueso del trabajo, Marià Nicolàs, es el principal candidato de CiU para convertirse en síndico mayor este mismo mes.

El 13 de octubre de 1998, la comisión parlamentaria de la Sindicatura de Cuentas aprobó una resolución instando a este organismo a elaborar un informe sobre los fondos europeos para cursos de formación en Cataluña. El caso Pallerols -de presunta financiación irregular de Unió Democràtica (UDC) a partir de fondos repartidos por el Departamento de Trabajo, en manos de Unió- ya había estallado y Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP) pactaron esta fórmula para diluir el escándalo dentro de una amalgama de todas las administraciones.

No obstante, el tiempo empleado para elaborar el informe ha superado todas las marcas negativas en la historia de la Sindicatura de Cuentas, que atraviesa además una grave crisis y un vacío de poder desde hace más de un año. Varios miembros de este organismo explican que no existen precedentes de casos de tardanza similar en cumplir un mandato parlamentario, como tampoco se encuentran en el Tribunal de Cuentas -el organismo equivalente para la Administración central-, según fuentes de esta institución.

Compromiso

El retraso es tan notorio que el propio presidente del Parlament, el democristiano Joan Rigol, tomó cartas en el asunto y reclamó a la Sindicatura que enviara al Parlament el encargo cuanto antes. El síndico mayor en funciones, Xavier Vela, se comprometió en una misiva del pasado febrero a entregar el trabajo a la Cámara antes de abril, pero la Sindicatura ha vuelto a incumplir el compromiso y el Parlament todavía no ha recibido nada.

La Sindicatura ha concluido recientemente un primer informe, todavía en fase de borrador, y se encuentra en el periodo de alegaciones. Un portavoz del Departamento de Trabajo confirmó que éste ya ha recibido el borrador enviado por la Sindicatura.

El informe consta de cuatro partes, que se repartieron inicialmente entre cuatro síndicos: Vela se responsabilizó de las diputaciones, Manuel Cardeña -que dejó de ser síndico hace 18 meses- estudió la gestión de los fondos europeos por parte de las universidades, Josep Maria Carreras asumió la parte correspondiente a los ayuntamientos y, finalmente, Marià Nicolàs se responsabilizó de la gestión del Departamento de Trabajo de la Generalitat, el ámbito que se encuentra en el ojo del huracán por el caso Pallerols.

No obstante, ninguno de los cuatro apartados ha pasado todavía por el pleno de la Sindicatura de Cuentas porque se acordó presentar un solo informe y, por tanto, es imprescindible que los cuatro estuvieran concluidos. Varias fuentes de la Sindicatura coinciden en señalar que el estudio que ha bloqueado el conjunto del informe ha sido precisamente el que afecta a la gestión de Trabajo, elaborado por Nicolàs, síndico avalado por Convergència i Unió. El síndico responsable del grueso del trabajo se negó a contestar a las preguntas de este diario sobre los motivos del retraso.

Nicolàs es además el principal candidato de la federación nacionalista para ocupar el cargo de síndico mayor antes de que acabe este mes. El Parlament aprobará esta semana una reforma de la ley de la Sindicatura, que excepcionalmente facultará a los diputados a intervenir en el funcionamiento interno de la institución, para designar a su máximo responsable con el fin de acabar con la provisionalidad.

Recelos

A pesar de que los síndicos avalados por CiU y el PP disponen de la mayoría en el organismo, la Sindicatura ha sido incapaz de elegir al síndico mayor después de casi 50 votaciones. La coincidencia en el tiempo entre la entrega del borrador del informe sobre el caso Pallerols por parte de Nicolàs y su probable ascensión a síndico mayor ha provocado recelos en el interior del organismo, máxime cuando el resto de síndicos todavía no ha accedido al informe. Además, fuentes de la Sindicatura consideran 'paradójico' que se elija para revitalizar el organismo tras su periodo de parálisis precisamente al máximo responsable de que dicho informe se entregue al Parlament con tres años y medio de retraso.

El controvertido informe ya fue objeto de polémica en el año 2000, cuando Manuel Barrado, el síndico avalado por el PP, esgrimió el retraso en la elaboración del trabajo como una de las causas de su rebeldía contra el entonces síndico mayor, Ferran Termes. Barrado hizo constar en el voto particular que emitió acerca de la memoria del organismo correspondiente a 1999: '[El informe] se ha retrasado por motivos que todos los síndicos sabemos', escribió Barrado, quien se quejaba de que la Sindicatura actuaba teledirigida, a fin de defender a Unió Democràtica de Catalunya.