Carreras de ladrillos

A excepción de Nintendo, las demás compañías suelen pecar de descuidar la calidad en sus productos cuando van destinados a chavales entre 0 y 13 años. Lego hizo algo así con el primer Lego Racers, pero con la nueva entrega de este título de carreras y exploración ha enmendado todos los errores del pasado y se coloca líder.

Bajo un sol de justicia, lo primero que impresiona son los espectaculares escenarios de la caribeña isla Sandy Bay. Gráficamente no tiene nada que envidiar a otros títulos destinados a un público adulto, eso sí, con el ambiente único que destilan los decorados realizados con piezas de Lego. Aparecen reflejos en tiempo real, efectos de partículas, luz ambiental y demás efectos visuales. Dejando aparte el aspecto visual y el sonoro -este último resulta muy correcto- hay que hablar del juego de Lego Racers 2.

En esta ocasión se ha añadido el modo Aventura a los conocidos Arcade y Contrarreloj. En la nueva modalidad el jugador crea a un personaje, monta un vehículo y entra en un guión que le sitúa compitiendo en las futuras carreras galácticas del planeta Xalax.

Las carreras se intercalan con exploración libre por la isla, en la que se habla con sus personajes para descubrir detalles de la historia o trucos.

La parte del montaje del vehículo es entretenida. Hay montones de piezas y de ahí se van cogiendo y aplicando al chasis inicial. Todo ello se visualiza en tiempo real en tres dimensiones, lo que lo hace muy interactivo.

Con el coche montado y un personaje bautizado, el jugador debe ganar varias carreras para acumular ladrillos de oro. Con ellos obtendrá billetes hacia cuatro nuevos destinos: Dino Island, Mars, Arctic y el ansiado Xalax.

Los participantes pueden recoger potenciadores para usarlos unos contra otros. Hay seis potenciadores distintos con doble uso: normal y avanzado, y misiles que persiguen al vehículo que se les indique o explosiones de los ladrillos de los coches cercanos. Por suerte, aunque se desmonten los coches, se puede continuar la carrera a pie, con la lógica desventaja.

La inteligencia artificial del juego ajusta dinámicamente la dificultad de las carreras. Si el usuario es un paquete, los demás corredores realizarán tiempos bastante bajos, mientras que si se demuestra un Schummy de Sandy Bay, le costará vencer cada vez más.

En el modo 'exploración' se pueden descubrir dos vórtices en cada escenario que dan acceso a carreras extra de bonificación. En esas carreras, deberá desempeñar un trabajo, como tener que hacer de taxista y completar los desplazamientos en cierto tiempo si quiere recompensa.

La conducción mediante teclas es algo complicada y mejora muchísimo si se realiza con un joystick analógico.