La mitad de los españoles mayores de 65 años no se vacuna contra la gripe
Un informe de Sanidad considera insuficiente la vacunación de la población de riesgo
El pasado invierno la gripe ha demostrado sus cualidades como epidemia. Las hospitalizaciones por causa del virus de la gripe se han multiplicado en los últimos meses y, sin embargo, sólo la mitad de los españoles mayores de 65 años se vacuna contra él.
Según un estudio realizado por la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III, tan sólo el 51,3% de las personas mayores de 65 años recibe la inmunización contra la gripe a pesar de que la población comprendida en esta franja constituye un grupo de riesgo para esta patología. El virus de la gripe genera problemas respiratorios que pueden agravar la situación de aquellas personas que sufren cardiopatías o neumopatías de base.
'En personas en buen estado de salud, se ha estimado que la vacuna puede tener una efectividad del 65% al 85%. En personas con enfermedades crónicas o mayores de 65 años su efectividad puede ser del 30% al 40%. Lo más importante, no obstante, es que puede evitar la mayor parte de las complicaciones más graves: del 45% al 60% de las hospitalizaciones y el 80% de las muertes', afirma el estudio.
A pesar de ello, la población sigue manteniendo reticencias a la hora de inmunizarse. El estudio de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, realizado sobre una muestra de 1.148 personas de alto riesgo para desarrollar complicaciones relacionadas con la gripe, ha identificado como las principales razones para no vacunarse la falta de confianza en la vacuna, el no creer que la gripe es una enfermedad grave, el miedo a los efectos secundarios y el desconocimiento de que existen campañas de vacunación.
Consejo médico
De hecho, tan sólo un 18% del total de pacientes que acaban vacunándose lo hace por iniciativa propia. 'El nivel de preocupación por la gripe en la población parece bajo', concluye el informe.
'Las actividades de promoción de la salud relacionadas con la vacuna de la gripe deberían dirigirse específicamente a incrementar el nivel de responsabilidad por parte de las personas en solicitar la vacuna. Incrementar el conocimiento y modificar las actitudes con respecto a la vacuna están positivamente asociados con la vacunación', concluyen los autores del trabajo.
Los individuos que sí se vacunan lo hacen porque se identifican como personas de alto riesgo, porque creen que la vacuna no tiene riesgos o bien porque se lo ha recomendado un médico. 'La recomendación de los profesionales es uno de los determinantes fundamentales para inmunizarse contra la gripe. El consejo del médico es un importante refuerzo para mejorar las tasas de vacunación y, por ello, para reducir la morbilidad y la mortalidad asociada a la gripe', explica el estudio.
Por ello, los autores del informe creen que otra vía esencial para incidir en el aumento de la vacunación en los mayores de 65 años es conseguir una mayor implicación por parte de los profesionales de la sanidad a la hora de insistir a sus pacientes en la necesidad de inmunizarse contra la gripe.
'El esfuerzo debe ser constante, pues el virus de la gripe cambia cada año y, por tanto, debemos renovar la vacuna anualmente. Cada año el médico tiene que recordar a sus pacientes con riesgo la necesidad de la vacuna', afirma Antonio Sarriá, autor del estudio.
Con el objetivo de determinar la población diana a la que se deben dirigir las campañas destinadas a promover la inmunización en los mayores de 65 años, el estudio ha elaborado un retrato robot del paciente que no se vacuna. Se trata de una mujer (las mujeres se vacunan en un 48,6% y los hombres lo hacen en un 55%), de menos de 70 años (los individuos de 65 a 69 años se vacunan en un 42%, mientras que los mayores de 74 años lo hacen en un 59,4%), fumadora (un 38,3% de los fumadores se inmunizan, mientras que los no fumadores se vacunan en un 53%), que considera su salud regular, mala o muy mala (el 46% de los que valoran negativamente su salud se vacunan, mientras que en los que la valoran de forma más positiva el porcentaje asciende al 55,2%), y que, sin embargo, padece alguna enfermedad crónica para la que está recomendada la vacuna de la gripe.
'La asociación entre el tabaquismo y el rechazo de la vacunación es especialmente relevante, puesto que el tabaco es por sí mismo un importante factor de riesgo de patología cardiaca y respiratoria, que son también las principales complicaciones asociadas con la gripe', según el estudio de la Agencia de Evaluación de las Tecnologías Sanitarias realizado sobre los datos de la Encuesta Nacional de Salud de 1997.
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