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Entrevista:ASIER MUNIATEGI | Coordinador de las ferias del libro de Euskadi

'La Feria del Libro debería ser sinónimo de fiesta'

Asier Muniategi coordina cada año la organización de 26 ferias del libro, citas itinerantes que recorren con novedades o ejemplares antiguos y de ocasión las capitales y las localidades más importantes, donde los compradores realizan el 10% de sus adquisiciones.

Pregunta. ¿No es contradictorio que las ferias del libro se celebren en poblaciones que ya cuentan con una buena oferta de librerías?

Respuesta. Sí. Yo creo que las ferias hay que promocionarlas más donde menos servicio exista, pero las ferias en las capitales también llevan una oferta más amplia, con editoriales y expositores que no están bien representados. Cada vez es más difícil sobrevivir como librero y tenemos que hacer una apuesta clara por ese tejido cultural, que son las librerías. En ese sentido, las ferias tienen que conseguir adeptos para la gente que no tiene hábito de comprar en librerías.

P. ¿Es esa la función de la feria?

R. Sobre todo, la feria tiene que acercar el libro al público, permitir que la gente se encuentren con el libro y dar una oferta más variada. Las encuestas dicen que se compra en las ferias por la libertad que da un espacio abierto, paseando tranquilamente, sin sentirse agobiado por la presencia de quien te quiere vender el libro, y por la diversidad.

P. ¿Las ferias se han puesto al día? Son iguales que hace 20 años.

R. Se han hecho intentos de otra índole, en espacios cerrados, y no han funcionado. No hay alternativa que funcione. A la gente le atrae lo tradicional de la feria; cuando alguien va a Recoletos, en Madrid, quiere ver eso, la feria tradicional; cuando va a la Rambla, en Barcelona, también. ¿Por qué las grandes superficies no venden más que un 20% de la producción? Quizá porque el comprador tiene otro concepto del libro y no quiere comprarlo junto al azúcar.

P. ¿No le parece desolador ver una feria vacía bajo la lluvia?

R. Sí, pero es parte de su encanto. Es triste, sí, pero si está a rebosar un domingo de sol, parece que la gente está buscando un libro como si le fuera a faltar el pan.

P. ¿Y es negocio?

R. No. Es una apuesta cultural. El secreto de la feria es lograr el equilibrio entre cultura y negocio. Las propias editoriales entienden más la puesta en la calle como promoción que como operación comercial. Obviamente, hay que sacar un beneficio, pero la propia feria tiene un perjuicio, el descuento del 10%, sobre un margen del 30%, y hay que añadir los gastos de salir a la calle. Se nota cada vez más que las pequeñas editoriales están buscando su hueco en las ferias, porque es muy difícil encontrar un hueco en los escaparates. Las ferias han conseguido ser agentes de dinamización cultural, no comercial. Hasta ahora el sector tradicional estaba más preocupado por lo comercial y lo industrial. La feria, en una sociedad culturalmente normalizada, debería ser sinónimo de fiesta.

P. Le falta el ambiente festivo.

R. Sí. Intentamos hacer propuestas, pero la feria no puede,por ejemplo, contratar una actuación musical que sale de su presupuesto.

P. ¿Y la presencia de escritores?

R. Estamos cayendo en el defecto de los festivales de cine: o consigues dos o tres grandes firmas, o fracasas. Pero sí, es uno de sus atractivos.

P. ¿No es poco que 25 ferias sólo vendan el 10% de los libros?

R. La feria está sólo unos días al año, y el 10% no es tan poco. El dato más interesante es que ha subido las ventas en librerías, cuando ha habido un miedo enorme a las grandes superficies, a las cadenas de librerías y a la venta por Internet. Quien debe suministrar los libros es el librero, no podemos dejar que muera esa red cultural. Una librería que cierra no vuelve a abrir.

P. Las ferias promocionan los libros. ¿Quién promociona las ferias?

R. Por parte de las instituciones el esfuerzo debe ser mayor. La apuesta por el mundo del libro hay que mejorarla, aumentar la dotación económica. Y exigir al sector profesional de editores y libreros una mayor especialización.

P. Pero las ferias ya están subvencionadas.

R. Sí, pero tenemos el mismo presupuesto desde hace 10 años. Tenemos 78.000 euros, descontado el IVA, para hacer 26 ferias.

P. El reto es aumentar los índices de lectura. ¿Influyen las ferias?

R. Yo creo que sí. Para muchísima gente es su único contacto con el libro, porque no entran nunca a una librería.

P. ¿Usted compra en la feria?

R. Yo, siempre. En Barakaldo he encontrado cuentos de Unamuno y de Baroja por 1,80 euros, que en el mercado valen mas de 48. Hay muchas joyas en libro antiguo y de ocasión. Y es el sitio donde siempre encuentras un 10% de descuento.

PERFIL

Asier Muniategi (Gernika, 1961), licenciado en Ciencias de la Información, fue profesor de euskera y literatura en un colegio religioso de Bilbao, antes de integrarse en 1988 en la coordinación de las ferias del libro que se celebran en el País Vasco.

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