Venezuela afrontará mañana una nueva huelga contra Chávez
El presidente amenaza con nuevos despidos
La Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), la principal central obrera, ha convocado para mañana un paro general de 24 horas, que podría tener efecto más prolongado debido al progresivo desabastecimiento de combustible a pesar de los planes de emergencia que ha puesto en marcha el Gobierno del presidente Hugo Chávez para contrarrestar la paralización laboral.
Éste es el segundo paro general en menos de cuatro meses después del realizado el 10 de diciembre pasado, que contó con un 90% de seguimiento en todo el país, convocado por iniciativa de la patronal Fedecámaras, que agrupa a los empresarios, en protesta por el paquete de 49 decretos leyes que dictó el presidente Chávez.
Esta vez le correspondió a Carlos Ortega, presidente de la CTV, anunciar el pasado sábado el paro laboral de mañana en 'solidaridad con los trabajadores de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y en protesta por el incumplimiento de los convenios colectivos en diversos sectores de la Administración y las agresiones físicas que sufren los médicos empleados de la sanidad y maestros por reclamar sus reivindicaciones salariales'.
Ortega aseguró que la prolongación del paro después de las primeras 24 horas, hasta llegar a una huelga general indefinida, 'dependerá de las circunstancias en que se desarrolle la jornada y de las propuestas que ofrezca el Gobierno para solucionar las reivindicaciones de los trabajadores'.
Los dirigentes sindicales han recibido el apoyo de diversas organizaciones gremiales y empresariales como la del presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona. Con el paro general, Venezuela deberá enfrentarse a una situación económica y social peligrosa. El conflicto laboral, que se ha iniciado hace mes y medio con la protesta de los gerentes y ejecutivos de PDVSA por la designación de la nueva junta directiva de la industria petrolera, ha creado zozobra y tensión en la población por el peligro de desabastecimiento de combustible, que ya empezó a sentirse en la región central y puede extenderse a todo el país en los próximos días.
Como respuesta a la convocatoria, el presidente venezolano, Hugo Chávez, destituyó ayer a siete altos gerentes de la estatal Petróleos de Venezuela que desde el jueves pasado paralizan parcialmente la empresa en rechazo a su nueva dirección.
Chávez informó además de que otros doce gerentes fueron jubilados, en atención a sus años de servicio, y advirtió que todo alto y medio ejecutivo que 'instigue' a la huelga en la industria será 'automáticamente despedido'.
'El diálogo está abierto. Aquellos que siguen en PDVSA sin querer coger el carril, les llamo a que dejen el sabotaje y vuelvan a su trabajo, para eso se les está pagando', agregó Chávez en su programa radiofónico semanal Aló, Presidente, transmitido en esta ocasión en una cadena nacional de radio y televisión.
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