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Un tercio de los residentes ha cambiado de vivienda

Los ciudadanos de la región metropolitana de Barcelona han visto cómo en los últimos cinco años se igualaban sus ingresos con los de la capital, al mismo tiempo que aumentaban los desplazamientos entre municipios. En estos momentos, casi la mitad de la población (47,6%) trabaja en una localidad distinta de aquella en la que vive. Esto dispara el número de viajes diariamente (para trabajar, estudiar, comprar o por motivos de ocio) y a largo plazo, ya que se ha producido una amplia redistribución demográfica de residentes en Barcelona y su primera corona hacia las poblaciones situadas en la segunda corona barcelonesa. Los datos pertenecen a la encuesta metropolitana, presentada ayer, que se realiza cada cinco años.

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Casi la mitad de la población de la región metropolitana trabaja en una localidad y vive en otra distinta

CiU disolvió la Corporación Metropolitana de Barcelona, pero la ciudad real desborda cada día los límites de las poblaciones metropolitanas o, dicho en palabras del sociólogo Salvador Giner, director de la encuesta: 'La ciudad real es hoy el área metropolitana'. La tendencia es a incrementar la interrelación entre las poblaciones que la forman: aumenta el número de personas que viven en un municipio y trabajan en otro; el número de movimientos para realizar compras; el de traslados relacionados con el ocio, y el número de personas que trasladan su residencia dentro de la región. La tendencia a la expansión es también evidente: la ciudad de Barcelona y la primera corona pierden población en favor de la segunda corona.

El 35,4% de la población ha cambiado de vivienda en los últimos cinco años y el 11,8% lo ha hecho también de municipio, con una constante: Barcelona y las poblaciones de la primera corona pierden población a favor de las localidades de la segunda corona. En la primera corona hay municipios que pierden residentes (Esplugues, Cornellà, El Prat) y otros que ganan: Santa Coloma de Cervelló (103,8%), Sant Cugat (55,8%), Castelldefels (37%), Sant Climent de Llobregat (34,9%), Sant Feliu de Llobregat (20,2%).

Con todo, la primera corona tiene un saldo final negativo: el 35,2% de la población de 1995 la ha abandonado, mientras que ha ganado el 32,6% de nuevos residentes.

En la segunda corona, en cambio, sólo Badia, Polinyà y Sabadell pierden población. Las demás localidades la ganan. Como norma general, los nuevos residentes optan por poblaciones de entre 10.000 y 100.000 habitantes. Las ciudades mayores registran saldos migratorios negativos. Los motivos para cambiar de residencia son diversos y los autores de la encuesta reseñan que las respuestas tienden a ocultar la presión del precio.

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Entre los que han cambiado de vivienda, sin hacerlo de municipio, el 55,5% afirma que lo ha hecho para mejorar las condiciones o el entorno. Si el cambio va asociado a un traslado de municipio se aducen motivos familiares, laborales y la mejora de las condiciones.

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