Palestinos

Estas últimas semanas han sido especialmente dolorosas al contemplar la situación en Oriente Próximo. Lo de Semana Santa resulta más doloroso al ver que los líderes europeos, frente a tamaño problema, se han ido de vacaciones, como si no fuera con ellos la situación aludida. Veo al señor Piqué haciendo declaraciones después de la Resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, diciendo obviedades, tan típicas en él; sin embargo, se podría esperar algo más después de tantas declaraciones no hace muchos meses -y viajes- diciendo que ellos tenían la solución. Oigo al señor Aznar decir otras tantas obviedades semejantes a las de su ministro de Exteriores. Y no oigo la voz de ningún otro 'líder' europeo. Voz para exigir a Israel que cese en el acoso y derribo de Arafat. Ha hablado Saramago y lo ha hecho valientemente, desde su independencia, lo que me lleva a respetarlo y considerarlo no sólo un premio Nobel, sino un hombre comprometido con la justicia; cosa que no se puede decir de los políticos: en situaciones como éstas se ve su calidad, su fuerza y sus ideas como gobernantes y estadistas.

Lamento que España, presidiendo este semestre la Unión Europea, dé esta imagen pacata,sin imaginación, gris y escurridiza.- Osvaldo Mendoza Cossio. Barcelona.

Con absoluta periodicidad y aparente normalidad nos llegan día a día las noticias de la destrucción de Palestina a manos de Israel. Qué bien le ha venido a Sharon el 11 de septiembre. Y como el jefe Bush lo consiente, pues Europa tan contenta. ¡Qué malos son los palestinos y qué cargados de razón están los israelíes! Pues nada, señores, adelante.

¿Cuántos ciudadanos europeos nos sentimos verdaderamente representados por su Gobierno? ¿No podemos hacer nada que no decidan nuestros Aznar, Jospin, Schröder, Blair, etcétera? Yo, como española, europea y habitante del planeta Tierra siento una vergüenza y una rabia espantosas.- Ana María Baena. Madrid.