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El Síndic se inhibe ante la ZAL porque hay contenciosos judiciales

Los afectados dicen que la institución atendió otros casos similares

El Síndic de Greuges, Bernardo del Rosal, ha eludido atender una queja de afectados por la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto de Valencia esgrimiendo que el tema se ha recurrido por la vía del contencioso-administrativo. Alega el Síndic que las normas de la institución le impiden intervenir. Los afectados afirman que anteriores titulares de la institución sí antedieron quejas en ese sentido.

En una respuesta sellada el 11 de marzo pasado, Del Rosal se inhibe de la queja que la motivó aludiendo a la ley que regula la institución: 'Nos resulta imposible intervenir en la problemática que nos plantea dado que el objeto de los citados recursos jurisdiccionales inciden directamente en la misma y en los hechos que la motivaron'. Efectivamente, el Síndic constata que distintas fases del proyecto de construcción de la ZAL, un polígono industrial previsto para dar valor añadido a las mercancías que salen o entran del puerto, han sido recurridas por la vía del contencioso-administrativo.

Sin embargo, los afectados explican que ellos nunca han puesto ningún contencioso y que son ajenos a las personas que sí los han puesto, aunque puedan compartir sus criterios. De esta forma, esgrimen que cualquier queja al Síndic, por grave que fuera, se podría desactivar siempre que alguien interpusiese un recurso al respecto, aunque lo motivaran intereses espurios, y retirarlo antes de que hubiese una sentencia.

También cuestionan el cambio de criterio de la institución: 'Durante estos años [la queja se interpuso en 1999] el Síndic nos ha pedido en varias ocasiones documentación que avale nuestra postura en contra de la ZAL'. Y se preguntan por qué no se inhibió del tema hace años si ya desde el principio sabía que había contenciosos. 'La situación para el Síndic en el año 2002 es muy comprometida; las pruebas que hemos aportado son muy numerosas y contundentes, y esto es lo que realmente ha cambiado', aseguran los afectados, 'en 1999 el Síndic no tenía que reprobar a la Administración, mientras que en 2002, con la documentación que hemos aportado, no le queda más remedio que hacerlo; y eso supone, con toda seguridad, su cese en el cargo, tal y como ocurrió con la anterior Síndic cuando elaboró el informe sobre el Cabanyal, contrario a las tesis de la alcaldesa de Valencia'.

Ésa es otra de las críticas que hacen a la institución. El Síndic, por lo menos los anteriores titulares de la misma, sí que ha atendido quejas de particulares referentes a temas que también se tramitaban por la vía judicial.

Es el caso de la ampliación de la avenida de Blasco Ibáñez de Valencia a traves del barrio del Cabanyal-Canyamelar. El informe que remitió la institución a las Cortes Valencianas, firmada por el propio Bernardo del Rosal concluyó con un contundente informe contrario a la destrucción de la trama urbana del barrio. Sin embargo, su actual titular se inhibe ahora en el tema de la ZAL.

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