Eduardo Chillida sale del hospital tras superar su grave neumonía

El escultor Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924) abandonó anteayer la Policlínica de San Sebastián y regresó a casa, una vez superada la grave neumonía que a punto estuvo de costarle la vida. Su fortaleza física, según los médicos, le ha permitido ganar la batalla contra esta dolencia. Pero el artista, que padece desde hace años una enfermedad cerebral degenerativa irreversible, seguirá sometido a un estrecho seguimiento médico.

La mujer de Chillida, Pilar Belzunce, y sus ocho hijos han preparado una habitación para el escultor en el salón de su casa, situada en la ladera del monte Igueldo. 'Estamos todos muy ilusionados', confesó el viernes su hijo Luis, el mismo que hace dos semanas decía emocionado: 'El peine del viento [una de sus obras más emblemáticas] hará un guiño cuando le llegue el final'. Chillida ha pasado 17 días en la unidad de cuidados intensivos del citado centro hospitalario, aquejado de neumonía y una crisis cardiorrespiratoria severa. Su estado era tan crítico que la familia pidió a los médicos que trasladaran al escultor a planta y no prolongaran su vida de forma artificial con técnicas agresivas. Pero ahora divisa desde su casa la bahía donostiarra.